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Bursitis

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



La bursitis es la inflamación de una bursa, una pequeña bolsa llena de líquido que reduce la fricción entre tejidos como huesos, músculos y tendones. Las bursas están ubicadas alrededor de las articulaciones, y la bursitis afecta comúnmente zonas como el hombro, codo, cadera, rodilla y tobillo. Esta inflamación es causada por sobreuso, traumatismos o presión prolongada, y produce dolor, hinchazón y limitación del movimiento en la articulación afectada.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la presentación clínica de dolor localizado en la articulación afectada, acompañado de hinchazón, sensibilidad al tacto y calor en la zona. El dolor se agrava con el movimiento o la presión sobre la bursa inflamada.


El examen físico revela sensibilidad sobre la bursa inflamada y limitación en el rango de movimiento. Las radiografías suelen ser normales, pero la ecografía o la resonancia magnética (RM) pueden mostrar inflamación de la bursa y ayudar a descartar otras causas de dolor articular.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Diferencia Clave

Tendinitis

Inflamación de un tendón, con dolor más localizado a lo largo del tendón, que empeora con el movimiento del músculo asociado.

Artritis

Dolor articular con rigidez e inflamación más profunda de la articulación, a menudo sin hinchazón superficial.

Celulitis

Infección de los tejidos subcutáneos con enrojecimiento difuso y fiebre, no relacionada directamente con la bursa o articulación.

Gota

Dolor agudo e inflamación por cristales de ácido úrico en las articulaciones, usualmente afecta el dedo gordo del pie.

Manejo de Emergencia


En el servicio de urgencias, el manejo inicial incluye reposo de la articulación afectada, aplicación de hielo para reducir la inflamación y administración de analgésicos o antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para el control del dolor.


Si la bursitis está relacionada con una infección (bursitis séptica), se deben administrar antibióticos y puede ser necesario realizar una aspiración para drenar la bursa. En casos de bursitis traumática o crónica, se puede utilizar una férula o vendaje compresivo para limitar el movimiento.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo incluye fisioterapia para mejorar el rango de movimiento y fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada. En casos de bursitis crónica, las infiltraciones con corticosteroides pueden ser útiles para reducir la inflamación.


Es importante evitar las actividades que causaron la lesión, como el sobreuso o la presión constante sobre la articulación. En casos resistentes, donde el tratamiento conservador no resulta eficaz, puede considerarse la cirugía para extirpar la bursa inflamada. La mayoría de los pacientes se recuperan con tratamiento conservador en pocas semanas.

 
 
 

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