MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La bradicardia sinusal es una condición en la que el ritmo cardíaco es más lento de lo normal, con una frecuencia inferior a 60 latidos por minuto, originada en el nodo sinusal, que es el marcapasos natural del corazón[3][5]. A continuación se detallan los síntomas, signos, exploración clínica y manejo en emergencias de esta afección.
Síntomas y signos
Aunque la bradicardia sinusal puede ser asintomática, especialmente en individuos jóvenes y saludables o atletas, cuando presenta síntomas, estos pueden incluir:
Mareos o aturdimiento
Desmayos (síncope)
Fatiga
Dificultad para respirar
Dolor en el pecho
Confusión o problemas de memoria
Disminución de la tolerancia al ejercicio[3][4][6]
En casos severos, puede llevar a insuficiencia cardíaca o incluso a un paro cardíaco[5][6].
Exploración clínica
La evaluación de la bradicardia sinusal incluye:
Historia clínica: Recopilación de antecedentes médicos y síntomas actuales.
Examen físico: Auscultación cardíaca y evaluación general.
Electrocardiograma (ECG): Para documentar el ritmo cardíaco lento y determinar su origen sinusal[1][5].
Monitoreo Holter: Registro continuo del ritmo cardíaco para detectar bradicardia intermitente[4].
Pruebas adicionales: Análisis de sangre (para descartar hipotiroidismo), pruebas de esfuerzo (para evaluar la respuesta del corazón al ejercicio), y otras pruebas para identificar causas subyacentes como apnea del sueño[5][6].
Manejo en emergencias
El tratamiento de la bradicardia sinusal en situaciones de emergencia depende de la estabilidad hemodinámica del paciente:
Evaluación inicial:
Determinar si el paciente está estable o inestable hemodinámicamente.
Identificar síntomas graves como síncope o hipotensión.
Tratamiento farmacológico:
Atropina: Administrar 0.5 mg IV, repetible cada 3-5 minutos hasta un máximo de 3 mg, especialmente si la bradicardia está causando inestabilidad hemodinámica[2].
Si la atropina no es efectiva, considerar el uso de agentes como isoproterenol o adrenalina para aumentar la frecuencia cardíaca[2].
Marcapasos:
En casos donde los tratamientos farmacológicos no son efectivos o si la bradicardia es severa y sintomática, se puede considerar el uso de un marcapasos temporal o permanente[2][3].
Identificación y tratamiento de causas reversibles:
Ajustar medicamentos que puedan estar contribuyendo a la bradicardia.
Tratar condiciones subyacentes como hipotiroidismo o trastornos electrolíticos[3][4].
Es importante realizar un seguimiento continuo y considerar la consulta con un cardiólogo para manejo a largo plazo si persisten los síntomas o si se identifica una causa subyacente significativa.
Citas:
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