MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El barotrauma es una lesión tisular causada por cambios en la presión atmosférica o del agua que afecta principalmente a estructuras corporales que contienen aire. Este fenómeno ocurre comúnmente durante actividades como el buceo, vuelos en avión, o exposición a explosiones[1][2]. El órgano más frecuentemente afectado es el oído medio, aunque también puede involucrar los pulmones, senos paranasales y tracto gastrointestinal[3].
Síntomas
Los síntomas del barotrauma varían según la estructura afectada, pero generalmente incluyen:
Dolor o molestia en el oído
Sensación de presión o taponamiento
Hipoacusia de leve a moderada
Tinnitus (acúfenos)
Vértigo
Náuseas y vómitos (en casos severos)
Disnea (en barotrauma pulmonar)
Dolor facial o epistaxis (en barotrauma sinusal)[1][3][4]
La intensidad de los síntomas suele correlacionarse con la severidad del barotrauma, pudiendo variar desde una leve molestia hasta dolor intenso e incapacitante[4].
Signos clínicos
Los signos clínicos observables en el barotrauma incluyen:
Hiperemia y retracción de la membrana timpánica
Presencia de burbujas o nivel hidroaéreo detrás de la membrana timpánica
Hemotímpano
Perforación timpánica (en casos severos)
Otorragia
Nistagmo (en casos con afectación vestibular)
Signos de dificultad respiratoria (en barotrauma pulmonar)[1][5]
Exploración
La exploración física debe incluir:
Otoscopia: Evaluación de la integridad, color y movilidad de la membrana timpánica. Se puede observar desde una leve hiperemia hasta perforación o hemotímpano[5].
Rinoscopia anterior: Buscar signos de congestión nasal o rinorrea.
Palpación de senos paranasales: Para detectar dolor a la presión.
Auscultación pulmonar: En casos de sospecha de barotrauma pulmonar.
Evaluación neurológica: Incluyendo pruebas vestibulares y de pares craneales[2][5].
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico del barotrauma se basa principalmente en la historia clínica y la exploración física. Sin embargo, algunas pruebas complementarias pueden ser útiles:
Audiometría: Para evaluar el grado y tipo de hipoacusia.
Timpanometría: Permite valorar la presión en el oído medio y la movilidad timpánica.
Radiografía de tórax: En casos de sospecha de barotrauma pulmonar.
Tomografía computarizada: Útil para evaluar senos paranasales y oído medio/interno en casos complejos.
Resonancia magnética: Puede ser necesaria para descartar complicaciones intracraneales en casos severos[3][4].
Manejo en Emergencias
El manejo inicial del barotrauma en el servicio de emergencias debe incluir:
Evaluación rápida de la vía aérea, respiración y circulación.
Administración de oxígeno al 100% en casos de barotrauma pulmonar o sospecha de embolia gaseosa.
Analgesia: Antiinflamatorios no esteroideos o opioides según la intensidad del dolor.
Descongestivos nasales tópicos u orales para mejorar la función de la trompa de Eustaqio.
Corticosteroides tópicos o sistémicos en casos moderados a severos.
Antibióticos profilácticos en casos de perforación timpánica o sospecha de infección secundaria.
Maniobras de Valsalva o deglución para equilibrar presiones (si no hay contraindicaciones).
Evaluación por otorrinolaringología en casos de perforación timpánica, vértigo persistente o sospecha de fístula perilinfática.
Considerar tratamiento en cámara hiperbárica en casos de embolia gaseosa arterial[1][2][5].
El barotrauma es una condición potencialmente grave que requiere un diagnóstico y manejo oportuno. La prevención mediante técnicas de ecualización de presiones y evitar actividades de riesgo durante infecciones respiratorias es fundamental para reducir su incidencia[3][4].
Citas
[2] https://www.msdmanuals.com/es/hogar/traumatismos-y-envenenamientos/lesiones-por-submarinismo-y-aire-comprimido/barotrauma
[5] https://sintesis.med.uchile.cl/condiciones-clinicas/otorrinolaringologia/otorrinolaringologia-situaciones-clinicas-de-urgencia/12434-barotrauma-otico-y-trauma-acustico-agudo
Comments