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Avulsiones por Anillo

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



La avulsión por anillo es una lesión grave en la que un anillo queda atrapado en un objeto, provocando un daño traumático en el dedo al arrancar parcial o completamente la piel, los tejidos subyacentes, los tendones, los nervios e incluso comprometiendo los vasos sanguíneos y el hueso.


Este tipo de lesión puede ir desde un daño superficial hasta la amputación completa del dedo, dependiendo de la fuerza y el mecanismo del trauma. Las avulsiones por anillo constituyen una urgencia quirúrgica, ya que pueden comprometer gravemente la viabilidad del dedo.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la historia clínica del paciente (generalmente relacionada con un accidente en el que un anillo se engancha) y en la exploración física. Las lesiones pueden ir desde un desguantamiento, en el que se arrancan la piel y tejidos subyacentes, hasta daños más profundos con pérdida de función vascular y nerviosa.


Es esencial evaluar la circulación del dedo (presencia o ausencia de pulso, palidez, frialdad), la movilidad y la integridad nerviosa. Los estudios de imagen como las radiografías se utilizan para valorar el estado óseo y descartar fracturas.


Se utiliza frecuentemente la clasificación de Urbaniak para determinar la gravedad de la lesión:


  • Grado I: Lesión con buen flujo sanguíneo, sin daño vascular significativo.


  • Grado II: Lesión con daño vascular significativo, pero sin amputación completa.


  • Grado III: Amputación completa del dedo.


Manejo de Emergencia


En el manejo inicial, el control de la hemorragia es fundamental. En casos graves puede ser necesario el uso de un torniquete, aunque debe aplicarse con precaución para evitar mayor daño. Se debe limpiar el dedo cuidadosamente con solución salina estéril y aplicar un apósito húmedo estéril para proteger los tejidos expuestos.


Es esencial administrar analgésicos y profilaxis antibiótica, así como verificar y actualizar la vacunación antitetánica. El dedo debe inmovilizarse y debe evitarse cualquier manipulación innecesaria hasta que un cirujano especialista evalúe la lesión.


Si hay amputación parcial o completa, es vital conservar correctamente el dedo amputado (envuelto en gasa estéril humedecida, colocado en una bolsa sellada y mantenido sobre hielo, sin contacto directo con el hielo) si se considera el reimplante.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo dependerá de la gravedad de la lesión. En casos de avulsión parcial, puede ser posible realizar cirugía reconstructiva de tejidos blandos, reparación de tendones y restauración de la circulación.


En lesiones más severas que comprometen la viabilidad del dedo, puede requerirse un reimplante microquirúrgico si las condiciones lo permiten. En otros casos, si el reimplante no es viable, se procede al cierre quirúrgico del muñón para asegurar una correcta cicatrización y la mayor preservación funcional posible.


La rehabilitación postoperatoria es crucial, incluyendo fisioterapia para recuperar la movilidad y funcionalidad del dedo afectado, aunque en casos graves la funcionalidad completa puede no ser recuperable.


 
 
 

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