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Avulsiones del anillo

Actualizado: hace 3 días

MANUAL MINORS



La avulsión del anillo es una lesión grave en la que un anillo que se engancha en un objeto provoca una lesión traumática en el dedo, arrancando de manera parcial o total la piel, los tejidos subyacentes, los tendones, los nervios e incluso puede llegar a dañar vasos sanguíneos y hueso.


Este tipo de lesión puede variar desde un daño superficial hasta la amputación completa del dedo, dependiendo de la fuerza y el mecanismo del trauma. Las avulsiones del anillo son urgencias quirúrgicas, ya que pueden comprometer severamente la viabilidad del dedo.


Diagnóstico


El diagnóstico se realiza basándose en la historia clínica del paciente (generalmente una lesión por atrapamiento de un anillo) y el examen físico. Las lesiones pueden variar desde la degloving, donde la piel y los tejidos subyacentes se arrancan, hasta lesiones más profundas con pérdida de la función vascular y nerviosa.


Es esencial evaluar la circulación del dedo (ausencia o presencia de pulso, palidez, frialdad), la movilidad, y la integridad de los nervios. En muchos casos, se utilizan estudios de imagen, como radiografías, para evaluar el estado de los huesos y descartar fracturas.

El sistema de clasificación de Urbaniak se utiliza a menudo para determinar la gravedad de la lesión:


  • Grado I: Lesiones con buen flujo sanguíneo, sin daño vascular importante.


  • Grado II: Lesión con daño vascular significativo, pero sin amputación completa.


  • Grado III: Amputación completa del dedo.


Manejo en Emergencias


En el manejo inicial, el control del sangrado es fundamental. En casos severos, se puede requerir un torniquete, pero debe usarse con precaución para evitar daño adicional. El dedo debe limpiarse cuidadosamente con solución salina estéril, y se debe aplicar un apósito húmedo y estéril para proteger los tejidos expuestos.


La administración de analgésicos y profilaxis antibiótica es crucial, así como la actualización de la vacunación antitetánica. Es importante inmovilizar el dedo y evitar cualquier manipulación innecesaria hasta que un cirujano especialista pueda evaluar la lesión.

La pronta remisión a cirugía es esencial, especialmente si hay compromiso vascular, tendinoso o nervioso.


En casos de amputación parcial o completa, es vital preservar el dedo amputado en condiciones adecuadas (envuelto en gasas estériles humedecidas y colocado en una bolsa en hielo) si se considera la posibilidad de reimplante.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo depende de la gravedad de la lesión. En casos de avulsión parcial, la cirugía de reconstrucción de tejidos blandos, reparación de tendones y restauración de la circulación puede ser posible.


Para las lesiones más graves, que comprometen la viabilidad del dedo, puede ser necesario realizar un reimplante microquirúrgico, si las condiciones lo permiten. En otros casos, donde no sea posible el reimplante, se procederá a un cierre quirúrgico del muñón, asegurando una cicatrización adecuada y la máxima preservación de la función posible.


La rehabilitación posterior a la cirugía es crucial, con fisioterapia para recuperar la movilidad y función del dedo afectado, aunque en casos graves la funcionalidad completa puede no recuperarse.

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