Artritis Séptica
- EmergenciasUNO

- 4 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
La artritis séptica es una infección articular aguda causada por la invasión de microorganismos, generalmente bacterias, en el líquido sinovial y los tejidos circundantes. Es una emergencia médica que, si no se trata de forma oportuna, puede llevar a la destrucción irreversible de la articulación, sepsis y complicaciones sistémicas graves.
Staphylococcus aureus es el agente causal más común, aunque también puede ser causada por estreptococos, bacilos Gram negativos u otros patógenos, dependiendo de factores como la edad o las comorbilidades.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la sospecha clínica, especialmente en pacientes que presentan una articulación hinchada, caliente, dolorosa y con movimiento limitado. Es fundamental realizar una aspiración articular para el análisis del líquido sinovial, que incluye el recuento celular, tinción de Gram, cultivo y determinación de niveles de glucosa y proteínas.
Además, se utilizan estudios por imágenes (radiografía, ecografía o resonancia magnética) para evaluar el daño estructural y descartar otras causas. Los análisis de sangre, como el hemograma completo, la proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG), suelen estar elevados, aunque no son específicos.
Diagnóstico Diferencial
Enfermedad | Características Clave |
Gota | Presencia de cristales de urato en el líquido sinovial, ataques agudos autolimitados. |
Pseudogota | Cristales de pirofosfato de calcio en el líquido sinovial, afecta típicamente rodilla o muñeca. |
Artritis reumatoide | Enfermedad autoinmune crónica, rigidez matutina, factor reumatoide (FR) y ANA positivos. |
Artritis reactiva | Ocurre tras una infección urinaria o gastrointestinal, sin infección directa en la articulación. |
Bursitis séptica | Inflamación de la bursa con infección, generalmente sin afectar la articulación en sí. |
Manejo de Emergencia
El manejo de la artritis séptica en emergencias es crítico y debe iniciarse rápidamente. Tras la aspiración articular y la toma de muestras para cultivo, se deben administrar antibióticos empíricos intravenosos de amplio espectro, que cubran tanto bacterias Gram positivas como Gram negativas.
Vancomicina y ceftriaxona son esquemas comunes hasta que los cultivos identifiquen el microorganismo específico y permitan ajustar el tratamiento. En casos graves, se debe considerar la derivación a un especialista en ortopedia para drenaje quirúrgico si no se logra un drenaje adecuado mediante aspiración.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo incluye terapia antibiótica dirigida según los resultados del cultivo y la sensibilidad del patógeno identificado. La duración del tratamiento suele ser de 2 a 4 semanas por vía intravenosa, seguida de terapia oral si es necesario.
En algunos casos, se requiere desbridamiento quirúrgico o lavado articular para eliminar el material purulento y prevenir daños permanentes en la articulación. Además, puede ser necesaria la rehabilitación con fisioterapia para restaurar la función articular una vez resuelta la infección.

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