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Artritis Séptica

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



La artritis séptica es una infección articular aguda causada por la invasión de microorganismos, generalmente bacterias, en el líquido sinovial y los tejidos circundantes. Es una emergencia médica que, si no se trata de forma oportuna, puede llevar a la destrucción irreversible de la articulación, sepsis y complicaciones sistémicas graves.


Staphylococcus aureus es el agente causal más común, aunque también puede ser causada por estreptococos, bacilos Gram negativos u otros patógenos, dependiendo de factores como la edad o las comorbilidades.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la sospecha clínica, especialmente en pacientes que presentan una articulación hinchada, caliente, dolorosa y con movimiento limitado. Es fundamental realizar una aspiración articular para el análisis del líquido sinovial, que incluye el recuento celular, tinción de Gram, cultivo y determinación de niveles de glucosa y proteínas.


Además, se utilizan estudios por imágenes (radiografía, ecografía o resonancia magnética) para evaluar el daño estructural y descartar otras causas. Los análisis de sangre, como el hemograma completo, la proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG), suelen estar elevados, aunque no son específicos.


Diagnóstico Diferencial

Enfermedad

Características Clave

Gota

Presencia de cristales de urato en el líquido sinovial, ataques agudos autolimitados.

Pseudogota

Cristales de pirofosfato de calcio en el líquido sinovial, afecta típicamente rodilla o muñeca.

Artritis reumatoide

Enfermedad autoinmune crónica, rigidez matutina, factor reumatoide (FR) y ANA positivos.

Artritis reactiva

Ocurre tras una infección urinaria o gastrointestinal, sin infección directa en la articulación.

Bursitis séptica

Inflamación de la bursa con infección, generalmente sin afectar la articulación en sí.

Manejo de Emergencia


El manejo de la artritis séptica en emergencias es crítico y debe iniciarse rápidamente. Tras la aspiración articular y la toma de muestras para cultivo, se deben administrar antibióticos empíricos intravenosos de amplio espectro, que cubran tanto bacterias Gram positivas como Gram negativas.


Vancomicina y ceftriaxona son esquemas comunes hasta que los cultivos identifiquen el microorganismo específico y permitan ajustar el tratamiento. En casos graves, se debe considerar la derivación a un especialista en ortopedia para drenaje quirúrgico si no se logra un drenaje adecuado mediante aspiración.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo incluye terapia antibiótica dirigida según los resultados del cultivo y la sensibilidad del patógeno identificado. La duración del tratamiento suele ser de 2 a 4 semanas por vía intravenosa, seguida de terapia oral si es necesario.


En algunos casos, se requiere desbridamiento quirúrgico o lavado articular para eliminar el material purulento y prevenir daños permanentes en la articulación. Además, puede ser necesaria la rehabilitación con fisioterapia para restaurar la función articular una vez resuelta la infección.

 
 
 

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