MANUAL MINORS
La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta las articulaciones y está asociada con la psoriasis, una enfermedad de la piel caracterizada por placas escamosas y eritematosas. La artritis psoriásica puede afectar tanto las articulaciones periféricas como la columna vertebral, y se presenta con dolor, hinchazón, rigidez articular, y en algunos casos, dactilitis (“dedos en salchicha”) y entesitis (inflamación en sitios de inserción tendinosa). La severidad y el patrón de la enfermedad pueden variar, desde formas leves hasta artritis destructiva.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la presencia de síntomas articulares inflamatorios junto con antecedentes de psoriasis cutánea o familiares con psoriasis. Clínicamente, se observa artritis asimétrica, dactilitis, entesitis y cambios ungueales como pitting (pequeñas depresiones en las uñas).
Los estudios radiológicos pueden mostrar erosiones óseas y “pencil-in-cup” (deformidad en lápiz en copa) en las articulaciones de los dedos en casos avanzados. Los análisis de laboratorio suelen ser negativos para factor reumatoide (seronegativos), pero puede haber elevación de los reactantes de fase aguda (PCR, VSG).
Diagnóstico diferencial
Condición | Características Distintivas |
---|---|
Artritis reumatoide | Poliartritis simétrica, pruebas serológicas positivas (FR, anti-CCP), afecta principalmente pequeñas articulaciones. |
Osteoartritis | Dolor mecánico crónico, sin inflamación significativa, cambios degenerativos en radiografías. |
Gota | Ataques agudos, presencia de cristales de urato en líquido sinovial, afectación frecuente del dedo gordo del pie. |
Artritis reactiva | Artritis asimétrica postinfecciosa, sin placas cutáneas de psoriasis, antecedentes de infección gastrointestinal o genitourinaria. |
Espondilitis anquilosante | Afecta principalmente la columna vertebral, con sacroileítis, rigidez matutina, generalmente hombres jóvenes. |
Manejo en Emergencias
En emergencias, el manejo de la artritis psoriásica se centra en el control del dolor y la inflamación. Se administran antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como tratamiento inicial para aliviar los síntomas articulares. En casos más graves, los corticosteroides intraarticulares o sistémicos pueden ser necesarios para reducir la inflamación. Si hay sospecha de afectación grave o compromiso de órganos extraarticulares, como uveítis, se recomienda la referencia inmediata a un especialista.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo incluye el uso de fármacos modificadores de la enfermedad (FAME) como el metotrexato o la sulfasalazina para controlar la progresión de la enfermedad y reducir la inflamación. Los agentes biológicos, como los inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF) o inhibidores de interleucinas (IL-17, IL-12/23), son altamente efectivos en casos refractarios o graves.
Además, el manejo de la psoriasis cutánea con terapias tópicas o sistémicas es parte del enfoque integral. La fisioterapia es importante para mantener la movilidad articular y prevenir deformidades a largo plazo.
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