Artritis Gonocócica
- EmergenciasUNO

- 7 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
La artritis gonocócica es una forma de artritis infecciosa causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, que se transmite por vía sexual. Se presenta en dos fases: la primera es una fase de infección diseminada que incluye fiebre, dermatitis y tenosinovitis, y la segunda es una artritis purulenta localizada que afecta una o más articulaciones.
Esta condición es más común en adultos jóvenes sexualmente activos y representa una de las formas más frecuentes de artritis séptica en esta población.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la identificación de una infección gonocócica reciente o activa, junto con la aparición de artritis y otros síntomas sistémicos. En la fase diseminada, los pacientes pueden presentar fiebre, lesiones cutáneas (pústulas o vesículas), tenosinovitis (inflamación de tendones) y dolor articular migratorio.
En la fase articular purulenta, se observa artritis monoarticular u oligoarticular aguda con derrame y dolor severo. Los cultivos del líquido sinovial pueden ser negativos, pero se recomiendan cultivos de sitios mucosos (cérvix, uretra, faringe, recto) y pruebas moleculares (PCR) para detectar N. gonorrhoeae.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Características Distintivas |
Artritis séptica no gonocócica | Fiebre alta, compromiso monoarticular, líquido sinovial purulento con bacterias distintas de N. gonorrhoeae. |
Artritis reactiva | Artritis postinfecciosa asimétrica, cultivos negativos, asociada a infecciones gastrointestinales o urinarias. |
Artritis reumatoide | Poliartritis simétrica, pruebas serológicas positivas (FR, anti-CCP), enfermedad crónica no relacionada con infecciones. |
Gota | Ataques de monoartritis aguda, cristales de urato en el líquido sinovial, afecta típicamente el dedo gordo del pie. |
Lupus eritematoso sistémico | Afectación multisistémica, serologías positivas (ANA, anti-ADN), erupciones cutáneas sin infección bacteriana. |
Manejo de Emergencia
El manejo de emergencia de la artritis gonocócica incluye la administración inmediata de antibióticos. Se recomienda tratamiento empírico con ceftriaxona intravenosa (1 g cada 24 horas) mientras se esperan los resultados de cultivos y PCR. En caso de coinfección con Chlamydia trachomatis, también debe administrarse azitromicina (1 g en dosis única).
El drenaje articular es importante en los casos de artritis purulenta para aliviar el dolor y prevenir el daño articular. Puede ser necesaria la inmovilización temporal de la articulación afectada.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo consiste en el uso de antibióticos durante al menos 7 a 14 días, según la respuesta clínica. La ceftriaxona es el antibiótico de elección, y puede cambiarse a una vía oral, como cefixima, si hay mejoría clínica.
Las parejas sexuales del paciente también deben ser evaluadas y tratadas para prevenir la reinfección. Tras el control de la infección, la rehabilitación física es importante para recuperar la movilidad y prevenir la rigidez articular.

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