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Artritis cervical

Actualizado: 16 sept 2024

MANUAL MINORS



La artritis cervical, también conocida como espondilosis cervical, es un proceso degenerativo que afecta las articulaciones, discos intervertebrales y estructuras óseas de la columna cervical. Es más común en personas mayores de 50 años y está asociada con el envejecimiento, el desgaste articular y la formación de osteofitos (espuelas óseas). Los síntomas incluyen dolor y rigidez en el cuello, y en casos graves, puede haber compresión de las raíces nerviosas o de la médula espinal, provocando radiculopatía o mielopatía.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la historia clínica de dolor crónico en el cuello, rigidez y, a veces, dolor irradiado a los brazos o las manos, con síntomas como hormigueo o debilidad. El examen físico revela limitación del rango de movimiento cervical y signos de compresión nerviosa.


Las radiografías del cuello muestran los cambios degenerativos, como disminución del espacio intervertebral y formación de osteofitos. La resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC) se utilizan para evaluar la compresión nerviosa o la mielopatía cervical.


Diagnóstico diferencial

Patología

Características

Hernia discal cervical

Dolor cervical con irradiación al brazo, asociado a síntomas neurológicos

Esguince cervical

Dolor agudo tras un trauma, sin signos de degeneración articular en imágenes

Miositis

Dolor muscular con inflamación, sin cambios óseos visibles en estudios de imagen

Radiculopatía cervical

Dolor irradiado al brazo, debilidad y parestesia, sin cambios artrósicos

Fibromialgia

Dolor muscular generalizado con puntos dolorosos, sin signos de degeneración

Manejo en Emergencias


En emergencias, el manejo de la artritis cervical se enfoca en el control del dolor y la inflamación. Se administran analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), y se puede aplicar calor local para aliviar los espasmos musculares.


En casos de dolor severo o compresión nerviosa, se pueden usar relajantes musculares o corticosteroides orales. Si hay signos de compresión medular, como pérdida de fuerza, debilidad progresiva o alteraciones del control de esfínteres, se requiere derivación urgente para una evaluación más detallada con estudios de imagen.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo es generalmente conservador e incluye fisioterapia para mejorar la movilidad del cuello, fortalecer los músculos cervicales y corregir la postura. Los ejercicios de estiramiento y técnicas de tracción cervical pueden ayudar a aliviar los síntomas.


En casos severos o cuando hay compresión de las raíces nerviosas o la médula espinal, se puede considerar una intervención quirúrgica, como la descompresión cervical o la fusión espinal. La cirugía se reserva para los pacientes con dolor intratable o síntomas neurológicos progresivos.

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