Apendicitis aguda
- EmergenciasUNO
- 25 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2024
MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La apendicitis aguda es la inflamación del apéndice cecal o vermiforme, una condición que representa una de las causas más frecuentes de dolor abdominal agudo, especialmente en personas menores de 50 años[4]. Esta patología requiere un diagnóstico preciso y un manejo oportuno para prevenir complicaciones potencialmente graves.
Síntomas
El cuadro clínico de la apendicitis aguda se caracteriza por una serie de síntomas distintivos:
Dolor abdominal: inicialmente se presenta como un dolor periumbilical o epigástrico que migra al cuadrante inferior derecho en las primeras 24 horas[1][3].
Anorexia: La pérdida del apetito es un síntoma común y temprano[4].
Náuseas y vómitos: Suelen aparecer poco después del inicio del dolor[3][4].
Fiebre: Puede presentarse, aunque generalmente es de bajo grado en las etapas iniciales[6].
En pacientes ancianos, la presentación puede variar, con menor probabilidad de náuseas y vómitos, pero con mayor incidencia de pérdida de apetito y estreñimiento[7].
Signos Clínicos
La exploración física revela signos característicos de la apendicitis aguda:
Dolor a la palpación en el punto de McBurney: Localizado en la unión de los tercios medio y externo de la línea que une el ombligo con la espina ilíaca anterosuperior[3].
Signo de Blumberg: Dolor a la descompresión brusca en el cuadrante inferior derecho[3].
Rigidez abdominal: Tensión muscular en respuesta a la inflamación peritoneal[5].
Signo del psoas: Dolor al extender la cadera derecha[4].
Signo del obturador: Dolor al flexionar y rotar internamente la cadera derecha[4].
Exploración
La evaluación del paciente con sospecha de apendicitis debe ser metódica y completa:
Palpación abdominal: Se busca localizar el punto de máximo dolor y evaluar la presencia de signos de irritación peritoneal[5][7].
Percusión abdominal: Puede revelar timpanismo o matidez localizada[2].
Examen rectal digital: Puede evidenciar dolor en el lado derecho del recto[6].
Evaluación de signos vitales: La fiebre y taquicardia pueden estar presentes[6].
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico se apoya en una combinación de hallazgos clínicos y pruebas complementarias:
Análisis de sangre: Leucocitosis (>10.000 células/mm³) con desviación a la izquierda es común[4][6].
Proteína C reactiva: Valores elevados (>1,5 mg/l) son sugestivos de apendicitis[4].
Examen general de orina: Para descartar infección urinaria[1][2].
Prueba de embarazo: En mujeres en edad fértil[2].
Estudios de imagen:
Ecografía abdominal: Alta sensibilidad y especificidad, especialmente útil en niños y mujeres embarazadas[2][7].
Tomografía computarizada: Ofrece mayor precisión diagnóstica en casos dudosos[4][7].
Manejo de emergencias
El abordaje en el servicio de urgencias debe ser rápido y eficiente:
Evaluación inicial: Historia clínica detallada y examen físico completo[2][7].
Suspensión de la vía oral[2].
Hidratación intravenosa[2].
Analgesia: Controlada para no enmascarar la evolución del cuadro[2].
Antibioticoterapia: Si se sospecha perforación o absceso[2].
Aplicación de escalas diagnósticas: Como la escala de Alvarado modificada para estratificar el riesgo[4].
Consulta quirúrgica: Ante sospecha alta de apendicitis, se debe contactar al cirujano de guardia para evaluación y posible intervención quirúrgica[7].
La apendicitis aguda continúa siendo un desafío diagnóstico que requiere un alto índice de sospecha y una evaluación integral. El manejo oportuno y adecuado es crucial para prevenir complicaciones y mejorar los resultados del paciente. La combinación de una anamnesis detallada, exploración física minuciosa y el uso de pruebas complementarias permite un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo de esta condición quirúrgica común.
Citas
[3] https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/trastornos-gastrointestinales/abdomen-agudo-y-gastroenterología-quirúrgica/apendicitis
[7] https://hospitalcruzrojacordoba.es/urgencias-cordoba/apendicitis-aguda-sintomas-diagnostico-y-tratamiento/
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