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Ansiedad, Preocupaciones y Miedos en Niños (0 a 8 años)

INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA



Aviso Legal


Este contenido tiene fines informativos y no sustituye la consulta con su médico o profesional de salud. No incentivamos por ninguna razón la automedicación. Se ha realizado un esfuerzo para asegurar que la información sea precisa, actualizada y clara. www.emergencias.org.es no se responsabiliza por errores, omisiones o los resultados de tratamientos descritos. Las publicaciones informativas se actualizan regularmente, por lo que se recomienda asegurarse de tener la versión más reciente.


Puntos clave


  • La ansiedad en los niños es natural y común.


  • Es habitual que los niños sientan miedo a la oscuridad, los ruidos fuertes, los perros, la escuela o la separación de sus padres.


  • Es importante reconocer y validar sus miedos, animándolos a enfrentarlos de manera gradual.


  • Si la ansiedad afecta la salud, las relaciones o el bienestar de su hijo, es recomendable buscar ayuda profesional.


Ansiedad, preocupaciones y miedo: parte natural de la infancia


La ansiedad es la sensación de preocupación o miedo a que algo malo suceda. Puede incluir síntomas físicos (como dolor de estómago o palpitaciones) y conductas de evitación (rehusarse a dormir solo, no querer ir a la escuela).


Estos sentimientos forman parte del desarrollo normal y varían según la edad:


  • Bebés y niños pequeños: suelen presentar miedo a separarse de sus padres, a los ruidos fuertes o a personas desconocidas.


  • Preescolares: pueden temer a la oscuridad o a estar solos. La preocupación aún no es muy común, pero puede aparecer ante la posibilidad de enfermarse o lastimarse.


  • Niños en edad escolar: aparecen miedos más complejos, como a los fantasmas, al fracaso escolar, a la crítica social o a los exámenes.


  • Mayores de 8 años: pueden comenzar a preocuparse por temas más abstractos como el medioambiente, la guerra, las pandemias o los problemas familiares.

El miedo generalmente surge en el presente (ej. ver un perro y asustarse), mientras que la preocupación se relaciona más con lo que el niño imagina que puede pasar en el futuro.

Qué hacer cuando los niños están ansiosos


  • Reconozca y valide el miedo de su hijo: hágale saber que todos sienten ansiedad en algún momento.


  • Hable con él sobre sus preocupaciones y escúchelo con calma.


  • Apóyelo para enfrentar sus miedos de forma gradual, comenzando con situaciones que generen menos ansiedad.


  • Felicítelo por cada logro, aunque sea pequeño.


  • Evite criticarlo o etiquetarlo como “tímido” o “ansioso”.


  • Promueva hábitos de vida saludables: buena alimentación, sueño suficiente y actividad física diaria.


  • Utilice estrategias suaves como el método de la escalera, que consiste en avanzar paso a paso en la exposición a lo que causa ansiedad.


Cuándo preocuparse por la ansiedad


La mayoría de los miedos infantiles desaparecen solos con el tiempo. Sin embargo, es recomendable buscar ayuda si:


  • La ansiedad de su hijo interfiere con la escuela, la amistad, el juego o la vida familiar.


  • Su comportamiento es muy distinto al de otros niños de su edad (ej. ansiedad por separación persistente después de los 8 años).


  • Sus reacciones son muy intensas y le resulta imposible calmarse.


Trastornos de ansiedad en niños


Si la ansiedad es grave, prolongada o interfiere de manera significativa en la vida diaria, puede tratarse de un trastorno de ansiedad.


Los más frecuentes en la infancia son:


  • Ansiedad social: miedo intenso a situaciones sociales, ser juzgado o ridiculizado.


  • Ansiedad por separación: temor excesivo a alejarse de los padres o cuidadores.


  • Ansiedad generalizada: preocupación intensa por múltiples aspectos de la vida.


  • Mutismo selectivo: incapacidad de hablar en ciertos lugares o con determinadas personas, a pesar de poder hacerlo en otros contextos.

Los padres también pueden ayudar mostrando cómo manejan su propia ansiedad y enseñando que sentir miedo no es malo, pero que no debe impedirnos hacer lo que necesitamos o queremos.

Tratamiento y apoyo profesional


Los niños con trastornos de ansiedad suelen responder muy bien al tratamiento. Algunas fuentes de apoyo son:


  • El maestro, consejero escolar o equipo de orientación en la escuela.


  • El pediatra o médico de cabecera, quien puede derivar a un psicólogo o especialista en salud mental.


  • Centros de salud comunitarios o clínicas especializadas en ansiedad.


  • Programas en línea, como el Programa BRAVE, diseñados para ayudar a niños a manejar sus miedos.


Apoyo financiero


En algunos países, los niños pueden acceder a planes de salud mental que cubren consultas con psicólogos, trabajadores sociales o terapeutas ocupacionales. En la mayoría de los casos, se requiere una derivación médica para obtener reembolsos o descuentos.


Si su hijo presenta ansiedad grave, es fundamental descartar la presencia de una condición médica subyacente.


La ansiedad forma parte de la vida de todos los niños, pero no debe convertirse en una barrera para su desarrollo y bienestar. Con paciencia, acompañamiento y el apoyo adecuado, los pequeños pueden aprender a enfrentar sus miedos y ganar confianza en sí mismos.

 
 
 

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