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Abuso de alcohol

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



El abuso de alcohol es un problema de salud pública con graves consecuencias individuales y sociales. Abordamos los aspectos clave del abuso de alcohol, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.


Síntomas


El abuso de alcohol se caracteriza por una serie de síntomas psicológicos y conductuales:


  • Pérdida de control sobre el consumo de alcohol[3]

  • Ansia o fuerte necesidad de beber[9]

  • Preocupación constante por la disponibilidad de alcohol[8]

  • Cambios emocionales, incluyendo tristeza, ansiedad o agresividad[1]

  • Impulsividad y toma de decisiones arriesgadas[1]

  • Lapsos de memoria o “lagunas”[1]

  • Abandono de actividades e intereses no relacionados con el alcohol[3]

  • Continuación del consumo a pesar de problemas evidentes[3]


En casos de abstinencia, pueden presentarse síntomas como temblores, irritabilidad, ansiedad, depresión, náuseas y sudoración[9].


Signos clínicos


Los signos clínicos del abuso de alcohol incluyen:


  • Alteraciones somáticas evidentes[4]

  • Signos de intoxicación aguda como habla arrastrada, falta de coordinación y aliento alcohólico

  • En casos graves, pueden observarse signos de abstinencia como temblores, sudoración profusa, taquicardia y agitación psicomotriz[3]

  • Deterioro cognitivo y neurológico en casos de abuso crónico[1]

  • Signos de desnutrición o déficits vitamínicos[2]


Exploración


La exploración del paciente con sospecha de abuso de alcohol debe incluir:


  • Anamnesis detallada sobre patrones de consumo, frecuencia y cantidad[4]

  • Evaluación de repercusiones familiares, sociales y laborales[4]

  • Exploración física completa buscando signos de abuso crónico[4]

  • Evaluación del estado mental y cognitivo

  • Uso de cuestionarios estandarizados como el AUDIT (Alcohol Use Disorders Identification Test)[4]

  • Valoración de la disposición al cambio del paciente[5]


Pruebas diagnósticas


Las pruebas diagnósticas más relevantes incluyen:


  • Marcadores biológicos: GGT (gamma-glutamil transferasa), VCM (volumen corpuscular medio), GOT (AST) y GPT (ALT)[5]

  • Cociente GOT/GPT mayor de 1[5]

  • Niveles de ácido úrico y triglicéridos[5]

  • En casos necesarios, pruebas de imagen como ecografía o TAC hepático

  • Evaluación psicológica y psiquiátrica para descartar comorbilidades


Es importante destacar que la determinación conjunta de GGT, VCM y GOT elevados mejora el rendimiento diagnóstico, pero no sustituye la exploración mediante entrevista[5].


Manejo en Emergencias


El manejo de emergencias relacionadas con el abuso de alcohol incluye:


  • Evaluación rápida del estado de conciencia y signos vitales

  • Tratamiento de soporte vital si es necesario

  • Administración de tiamina y otras vitaminas para prevenir complicaciones neurológicas[2]

  • En casos de intoxicación aguda, monitorización y soporte hasta la metabolización del alcohol

  • Para síntomas de abstinencia, administración de benzodiazepinas bajo supervisión médica[2]

  • Evaluación de posibles traumatismos o lesiones asociadas

  • Tratamiento de complicaciones médicas agudas (p. ej., pancreatitis, hepatitis alcohólica)

  • Una vez estabilizado, derivación a servicios de desintoxicación y rehabilitación[2]


El abuso de alcohol requiere un abordaje integral que incluya una evaluación

clínica detallada, pruebas diagnósticas apropiadas y un manejo de emergencias efectivo. La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para reducir las consecuencias negativas asociadas a esta condición.


Citas



 
 
 

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