Abscesos
- EmergenciasUNO

- 25 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2024
MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
Los abscesos son acumulaciones localizadas de pus en espacios tisulares confinados, generalmente causadas por infecciones bacterianas[3]. Este artículo académico abordará los aspectos clave de los abscesos, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.
Síntomas
Los síntomas de los abscesos pueden variar dependiendo de su localización, pero generalmente incluyen:
Dolor local, que puede variar desde una molestia leve hasta un dolor intenso[1]
Sensibilidad en la zona afectada[1]
Fiebre o escalofríos[4]
General Malestar[1]
Anorexia y pérdida de peso en casos de abscesos profundos[3]
Cansancio[3]
En el caso específico de los abscesos periodontales, los pacientes pueden experimentar dolor al masticar, sensibilidad dental y movilidad del diente afectado[1].
Signos clínicos
Los signos clínicos más comunes de los abscesos incluyen:
Tumefacción o irritación en la zona afectada[1][3][4]
Enrojecimiento (eritema) de la piel circundante[3][4]
Calor local[3][4]
Endurecimiento del tejido[4]
Presencia de una lesión cutánea, que puede ser una úlcera abierta o cerrada, o un bulto[4]
Supuración de líquido o pus[1][4]
En abscesos periodontales, puede observarse una elevación ovoide de la encía a lo largo de la cara lateral de la porción radicular[1]
Exploración
Durante la exploración clínica, el profesional de la salud debe realizar las siguientes acciones:
Inspección visual de la zona afectada, buscando signos de inflamación, cambios de color en la piel o mucosas, y presencia de fístulas[1].
Palpación del área para evaluar la consistencia, tamaño y sensibilidad del absceso[1].
En casos de abscesos en la región cervical, se debe buscar aumento de volumen en cuello, hiperemia, dolor locorregional, disfagia, odinofagia, disfonía y trismo[5].
Evaluación de la movilidad dental y sensibilidad a la percusión en casos de abscesos periodontales[1].
Búsqueda de linfadenopatía regional[1].
Pruebas diagnósticas
Las pruebas diagnósticas para confirmar y evaluar la extensión de un absceso pueden incluir:
Exámenes de laboratorio:
Recuento leucocitario: generalmente se observa leucocitosis, aunque en pacientes inmunocomprometidos o sépticos puede haber leucopenia[5].
Urea y creatinina: útiles para valorar la seguridad al emplear medio de contraste en la tomografía computarizada[5].
Tiempos de coagulación[5].
Estudios de imagen:
Radiografía: puede revelar pérdida ósea en abscesos periodontales o cambios en estructuras adyacentes[1].
Ecografía: no invasiva y útil para detectar abscesos en tejidos blandos[3].
Tomografía computarizada (TC): precisa para la mayoría de los casos y esencial para la planificación quirúrgica[3][5].
Resonancia magnética (RM): más sensible que la TC en algunos casos[3].
Cultivo microbiológico: el líquido drenado del absceso puede enviarse al laboratorio para identificar el agente causal y determinar la sensibilidad antibiótica[4].
Manejo de emergencias
El manejo de los abscesos en el servicio de emergencias debe seguir estos pasos:
Evaluación inicial: determinar la gravedad y extensión del absceso, así como el estado general del paciente[2].
Tratamiento del dolor: administrar analgésicos según sea necesario[4].
Drenaje quirúrgico: es el tratamiento definitivo para la mayoría de los abscesos[3][4].
Aplicar anestesia local en la zona afectada[4].
Realizar una incisión y drenaje del absceso[4].
Dejar una compresa en la herida para facilitar la cicatrización, si es necesario[4].
Antibioterapia: iniciar tratamiento antibiótico empírico, considerando la posibilidad de infecciones por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM)[4].
Estudios de imagen: realizar TC o radiografía de tórax si se sospecha de complicaciones como mediastinitis[5].
Seguimiento: proporcionar instrucciones para el cuidado de la herida y programar una revisión[4].
En casos de abscesos profundos o complicados, considere la hospitalización para un manejo más intensivo[3].
El manejo oportuno y adecuado de los abscesos es crucial para prevenir complicaciones como la diseminación de la infección o la sepsis. La colaboración entre diferentes especialidades médicas puede ser necesaria para un tratamiento óptimo, especialmente en casos complejos o de localización profunda.
Citas
[3] https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/enfermedades-infecciosas/biología-de-las-enfermedades-infecciosas/abscesos

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