MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El absceso retrofaríngeo es una condición potencialmente grave que se caracteriza por la acumulación de pus en los tejidos de la parte posterior de la garganta[5][6]. Esta patología afecta principalmente a niños menores de 5 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad[5][6]. Su importancia radica en la posibilidad de complicaciones que pueden comprometer la vida del paciente si no se diagnostica y trata oportunamente.
Síntomas
Los síntomas del absceso retrofaríngeo pueden variar en severidad y presentación, pero también incluyen:
Fiebre alta[1][5][6]
Odinofagia intensa[1][2]
Disfagia[1][4]
Sialorrea[4][6]
Dificultad respiratoria[1][4]
Dolor cervical[2][6]
Compromiso del estado general[1][4]
En casos avanzados, los pacientes pueden presentar estridor, que es un sonido chillón al inhalar, indicativo de obstrucción de la vía aérea[5][6].
Signos clínicos
La exploración física puede revelar varios signos clínicos característicos:
Abombamiento de la pared faríngea posterior[3][4]
Rigidez cervical[2][6]
Trismo[2][4]
Retracción de músculos intercostales durante la respiración[6]
Limitación en la movilidad del cuello[6][7]
Exploración
La exploración del paciente con sospecha de absceso retrofaríngeo debe ser cuidadosa y sistemática:
Evaluación del estado general y signos vitales[1]
Inspección de la cavidad oral y orofaringe[1][3]
Palpación cervical para detectar adenopatías o masas[2]
Evaluación de la movilidad cervical[6][7]
Auscultación respiratoria para identificar estridor u otros ruidos patológicos[5][6]
Es crucial realizar esta exploración de manera delicada, especialmente en niños, para evitar la ruptura accidental del absceso[3].
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y se confirma mediante estudios de imagen:
Radiografía lateral de cuello: Puede mostrar ensanchamiento del espacio retrofaríngeo[3][5]
Tomografía computarizada (TC) de cuello: Es el estudio de elección para confirmar el diagnóstico y delimitar la extensión del absceso[4][5][6]
Ecografía cervical: Puede ser útil en la evaluación inicial, especialmente en niños[3]
Cultivo de exudado faríngeo: Ayuda a identificar el agente etiológico[5][6]
Hemograma completo: Puede mostrar leucocitosis[6]
Manejo de emergencias
El absceso retrofaríngeo debe considerarse una urgencia médico-quirúrgica[2]. El manejo en el servicio de emergencias incluye:
Estabilización de la vía aérea: En casos de compromiso respiratorio severo, puede ser necesaria la intubación endotraqueal[4][5]
Inicio de antibioterapia empírica intravenosa: Se recomienda el uso de antibióticos de amplio espectro como ceftriaxona y clindamicina[3][4][5]
Evaluación por otorrinolaringología: Para planificar el drenaje quirúrgico[4]
Preparación para drenaje quirúrgico: Debe realizarse bajo anestesia general con intubación endotraqueal para proteger la vía aérea[3][4]
Monitorización continua: Vigilar signos vitales y evolución clínica[5]
Manejo del dolor y la inflamación: Puede considerarse el uso de corticosteroides para reducir la inflamación de las vías respiratorias[6]
El tratamiento precoz y adecuado es fundamental para prevenir complicaciones potencialmente fatales como obstrucción de la vía aérea, mediastinitis o sepsis[2][5].
El absceso retrofaríngeo representa un desafío diagnóstico y terapéutico que requiere un alto índice de sospecha, especialmente en población pediátrica. El reconocimiento temprano de los síntomas y signos, junto con un manejo multidisciplinario en el servicio de emergencias, es crucial para garantizar un resultado favorable en estos pacientes.
Citas
[2] https://www.elsevier.es/es-revista-acta-otorrinolaringologica-espanola-102-articulo-absceso-retrofaringeo-revision-clinica-veinticinco-S0001651920300728
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