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Absceso Pilonidal

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

Actualizado: 11 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



El absceso pilonidal es una complicación aguda de la enfermedad pilonidal, caracterizada por la formación de una colección purulenta en la región sacrococcígea. Esta condición afecta principalmente a adultos jóvenes, con mayor prevalencia en hombres[2][4].


Síntomas


Los síntomas más comunes del absceso pilonidal incluyen:


  • Dolor intenso en la región sacrococcígea[2][3]

  • Inflamación y rojecimiento local[2][4]

  • Fiebre[3]

  • General de Malestar

  • Dificultad para sentarse o caminar debido al dolor[4]


Signos clínicos


La exploración física revela:


  • Tumefacción dolorosa en la región interglútea[4][11]

  • Eritema y calor local[2][3]

  • Fluctuación a la palpación, indicativa de colección líquida

  • Posible drenaje espontáneo de material purulento[3][4]

  • En ocasiones, se pueden observar orificios o “pits” en la línea media[4]


Exploración


La exploración del absceso pilonidal incluye:


  • Inspección visual de la región sacrococcígea[2][4]

  • Palpación cuidadosa para evaluar la extensión y fluctuación del absceso[11]

  • Separación de los glúteos para visualizar posibles orificios o trayectos fistulosos[4]

  • Evaluación de la temperatura local y signos de celulitis circundante.


Pruebas diagnósticas


El diagnóstico del absceso pilonidal es principalmente clínico[4][11]. Sin embargo, en casos seleccionados, se pueden realizar:


  • Ecografía de partes blandas: útil para confirmar la presencia y extensión de la colección líquida[4]

  • Estudios de laboratorio: hemograma y proteína C reactiva para evaluar la respuesta inflamatoria sistémica

  • En casos complejos o recurrentes, se puede considerar una resonancia magnética para evaluar la anatomía y extensión de los trayectos fistulosos[2]


Manejo de emergencias


El tratamiento de urgencia del absceso pilonidal consiste en:


  1. Analgesia adecuada para controlar el dolor[3]

  2. Incisión y drenaje del absceso bajo anestesia local[1][3]:


    • Se realiza una incisión sobre la zona fluctuante

    • Se drena el material purulento

    • Se explora la cavidad para descartar trayectos fistulosos.


  3. Toma de muestra para cultivo y antibiograma[11]

  4. Antibioticoterapia empírica, generalmente con cobertura para anaerobios y Staphylococcus aureus[3][11]:


    • Opciones comunes incluyen ceftriaxona más metronidazol o ciprofloxacino más metronidazol[11]


  5. Curas locales con gasas y lavados con solución salina[1][3]

  6. Seguimiento ambulatorio para evaluar la evolución y considerar el tratamiento definitivo una vez resultado la fase aguda[4][11]


Es importante destacar que el drenaje del absceso es una medida temporal, y muchos pacientes requerirán un tratamiento quirúrgico definitivo posterior para prevenir recurrencias[2][4]. Las opciones quirúrgicas incluyen la exéresis completa con cierre primario, técnicas de marsupialización o colgajos de avance, dependiendo de la extensión y complejidad de la enfermedad[4][11][13].


El manejo adecuado del absceso pilonidal en el servicio de emergencias es crucial para aliviar los síntomas agudos y prevenir complicaciones. Sin embargo, es fundamental informar al paciente sobre la naturaleza recurrente de la enfermedad y la posible necesidad de un tratamiento quirúrgico definitivo en el futuro[2][4][11].


Citas





 
 
 

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