Aborto perdido
- EmergenciasUNO
- 2 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 dic 2024
MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El aborto perdido, también conocido como aborto retenido o diferido, es una complicación del embarazo en la que el embrión o feto muere pero no es expulsado del útero. Este artículo académico explorará los aspectos clave de esta condición, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, métodos de exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.
Síntomas
Los síntomas del aborto perdido pueden ser sutiles o incluso inexistentes, lo que dificulta su detección temprana. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
Disminución o desaparición de los síntomas típicos del embarazo, como náuseas matutinas o sensibilidad en los senos[1].
Sangrado vaginal leve o manchado[5].
Dolor o calambres en el área baja del abdomen o en la espalda baja[1][5].
En algunos casos, no se presentan síntomas evidentes[5].
Signos clínicos
Los signos clínicos del aborto perdido pueden ser difíciles de detectar sin una evaluación médica. Algunos de los signos más relevantes son:
Ausencia de crecimiento uterino acorde a la edad gestacional[2].
Cuello uterino cerrado, una diferencia de lo que ocurre en un aborto en curso[3].
Ausencia de actividad cardíaca fetal detectable después de las 6-7 semanas de gestación[3].
Exploración
La exploración para diagnosticar un aborto perdido generalmente incluye:
Examen pélvico para evaluar el tamaño del útero y el estado del cuello uterino[6].
Ecografía transvaginal, que es el método principal para evaluar la viabilidad del embarazo[3].
Evaluación de los síntomas y antecedentes médicos del paciente[1].
Pruebas diagnósticas
Las pruebas diagnósticas más utilizadas para confirmar un aborto perdido son:
Ecografía transvaginal: permite visualizar el saco gestacional, el embrión y la actividad cardíaca fetal[3].
Medición seriada de los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) en sangre: niveles que disminuyen o no aumentan adecuadamente pueden indicar un aborto perdido[6][8].
En algunos casos, se pueden realizar pruebas cromosómicas para determinar posibles causas genéticas, especialmente en casos de abortos recurrentes[7].
Manejo de emergencias
El manejo de un aborto perdido en el servicio de emergencias debe ser cuidadoso y considerar tanto los aspectos médicos como emocionales:
Evaluación inicial: Incluye la confirmación del diagnóstico mediante ecografía y pruebas de laboratorio[6].
Estabilización: En caso de sangrado abundante, se debe asegurar la estabilidad hemodinámica del paciente[4].
Opciones de tratamiento:
Manejo expectante: Esperar la expulsión espontánea del tejido[8].
Tratamiento médico: Uso de medicamentos como el misoprostol para inducir la expulsión[6].
Tratamiento quirúrgico: Dilatación y curetaje (D&C) o aspiración uterina, especialmente en casos de sangrado intenso o signos de infección[6][8].
Prevención de complicaciones: Administración de inmunoglobulina Rh en pacientes Rh negativos para prevenir la sensibilización[8].
Apoyo emocional: Proporcionar información clara y apoyo psicológico a la paciente y su familia[5].
Seguimiento: Planificar el seguimiento médico y considerar la necesidad de estudios adicionales para determinar la causa del aborto[7].
El manejo adecuado del aborto perdido en emergencias es crucial para prevenir complicaciones y proporcionar el mejor cuidado posible a los pacientes. Es fundamental un enfoque integral que abarca tanto los aspectos físicos como emocionales de esta experiencia.
Citas
[2]https://aplicaciones.msp.gob.ec/salud/archivosdigitales/documentosDirecciones/dnn/archivos /GPC Aborto espontáneo, incompleto, diferido y retenido.pdf
[7] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/pregnancy-loss-miscarriage/symptoms-causes/syc-20354298
[8] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/pregnancy- perdida-aborto/diagnostico-tratamiento/drc-20354304
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