top of page
Foto del escritorEmergenciasUNO

VIH

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un retrovirus que ataca el sistema inmunológico, debilitando las defensas del organismo contra infecciones y enfermedades[1][4]. Este artículo aborda los aspectos clave del VIH, incluyendo síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.


Síntomas


Los síntomas del VIH evolucionan a lo largo del tiempo y se pueden clasificar en diferentes etapas:


  1. Primoinfección: Ocurre de 2 a 12 semanas después de la infección. Aproximadamente un tercio de las personas infectadas similares presentan síntomas a los de la gripe, como fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, ganglios linfáticos inflamados, fatiga, erupciones cutáneas y dolores musculares[6][9].

  2. Fase asintomática: Puede durar varios años, durante los cuales la persona no presenta síntomas evidentes[6].

  3. Fase sintomática: A medida que el sistema inmunológico se debilita, aparecen síntomas como fiebre recurrente, pérdida de peso, diarrea persistente, sudores nocturnos y fatiga crónica[6][9].

  4. Fase SIDA: Se caracteriza por la aparición de infecciones oportunistas y ciertos tipos de cáncer[6].


Signos clínicos


Los signos clínicos del VIH pueden incluir:


  • Linfadenopatía generalizada persistente

  • Candidiasis oral o vaginal recurrente

  • Herpes zóster (culebrilla)

  • Leucoplasia vellosa oral

  • Pérdida de peso inexplicable

  • diarrea crónica

  • Fiebre persistente o recurrente[3][6]


Exploración


La exploración física de un paciente con sospecha de VIH debe incluir:


  1. Evaluación del estado general y nutricional.

  2. Examen de la piel en busca de lesiones características

  3. Palpación de ganglios linfáticos

  4. Examen de cavidad oral

  5. Evaluación neurológica básica

  6. Exploración abdominal[3]


Pruebas diagnósticas


El diagnóstico del VIH se realiza mediante pruebas de laboratorio:


  1. Prueba de anticuerpos y antígenos (ELISA de 4ª generación): Detecta anticuerpos anti-VIH1 y anti-VIH2, así como el antígeno p24[2][6].

  2. Prueba confirmatoria (Western Blot): Se utiliza para confirmar un resultado positivo de la prueba ELISA[2].

  3. Prueba de ácido nucleico: Detecta directamente el ARN viral en la sangre[2].

  4. Recuento de CD4: Evalúa el estado del sistema inmunológico[3].

  5. Carga viral: Mide la cantidad de virus en la sangre[3].


Manejo de emergencias


En situaciones de emergencia, el manejo de pacientes con VIH requiere consideraciones especiales:


  1. Preparación anticipada: Los pacientes deben tener un suministro de emergencia de medicamentos antirretrovirales para al menos 30 días[7].

  2. Documentación médica: Mantener una lista actualizada de medicamentos, dosis y frecuencia, junto con un resumen del historial de tratamiento[7].

  3. Continuidad del tratamiento: Evitar interrupciones en la terapia antirretroviral es crucial para prevenir la resistencia viral y el deterioro inmunológico[7].

  4. Precauciones adicionales: Los pacientes con VIH pueden ser más susceptibles a infecciones oportunistas durante emergencias, por lo que deben seguir estrictamente las pautas de seguridad alimentaria e higiene[7].

  5. Vacunación: Se recomienda que los pacientes con VIH estén al día con sus vacunas, incluyendo la vacuna contra el COVID-19[7].

  6. Acceso a atención médica: En caso de desastres, es importante conocer los recursos disponibles para obtener medicamentos de emergencia, como el Programa de Asistencia para Medicamentos en Caso de Emergencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.[7]


El manejo efectivo del VIH requiere un enfoque integral que abarque desde la detección temprana hasta la preparación para emergencias. La comprensión de los síntomas, signos clínicos y métodos de diagnóstico es fundamental para proporcionar una atención adecuada a las personas que viven con VIH.


Citas


1 visualización0 comentarios

Comments


bottom of page