MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo del Vértigo
El manejo del vértigo varía según la causa subyacente y la gravedad de los síntomas. El tratamiento inmediato se enfoca en aliviar los síntomas como las náuseas, el vómito y la sensación rotatoria, además de manejar cualquier causa subyacente, ya sea periférica o central.
1. Vértigo central:
Hospitalización o referencia urgente: Si se sospecha una causa central como un accidente cerebrovascular o una hemorragia, se debe realizar una referencia urgente a un especialista (neurología o medicina vestibular). Los signos de alarma incluyen inicio agudo de vértigo persistente, cefalea reciente, pérdida auditiva unilateral, debilidad en extremidades, ataxia severa y resultados anormales en pruebas vestibulares.
Imágenes cerebrales urgentes: Si se presentan estos síntomas, se debe realizar una resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para descartar causas centrales, especialmente un accidente cerebrovascular en la circulación posterior.
Tratamiento sintomático: Se puede administrar prochlorperazina bucal o intramuscular para aliviar náuseas y vómitos severos, mientras se espera la referencia a un especialista.
2. Vértigo periférico:
Tratamiento sintomático: Para aliviar los síntomas agudos de vértigo, se utilizan antihistamínicos como la cinarizina (30 mg tres veces al día), ciclizina (50 mg tres veces al día) o prometazina (25 mg al día), o bien, prochlorperazina oral o intramuscular. Estos medicamentos no deben usarse por más de 1 semana para evitar efectos secundarios.
Maniobras de reposicionamiento: En casos de VPPB, se recomienda la maniobra de Epley, que ayuda a reposicionar los otolitos desplazados en el oído interno.
Referencia a especialista: Si los síntomas no se resuelven o son graves, el paciente puede ser derivado a un otorrinolaringólogo o un especialista vestibular.
Hospitalización: Se requiere si el paciente presenta vómitos severos que impiden la hidratación o si hay signos neurológicos adicionales, como disfunción cerebral o debilidad.
Diagnóstico
El diagnóstico de vértigo requiere un enfoque detallado que comienza con la anamnesis y el examen físico, seguido de pruebas específicas para identificar la causa del vértigo.
Confirmación de vértigo:
El paciente describe una sensación de rotación o movimiento del entorno. Es importante diferenciar entre el vértigo verdadero (rotatorio) y otros tipos de mareo, como el presíncope (sensación de desmayo) o el desequilibrio (inestabilidad sin sensación de movimiento).
Los síntomas de vértigo pueden agravarse por movimientos específicos, como cambiar de posición en la cama, lo cual sugiere VPPB.
Si el paciente presenta nistagmo (movimientos involuntarios de los ojos), esto es indicativo de vértigo.
Evaluación de síntomas asociados:
Duración y frecuencia: Si los episodios son breves (segundos o minutos) y desencadenados por movimientos de la cabeza, es probable que se trate de VPPB. En cambio, los episodios prolongados (horas o días) con deterioro auditivo sugieren enfermedad de Ménière o laberintitis.
Factores desencadenantes: El movimiento de la cabeza suele empeorar el vértigo en VPPB, mientras que el vértigo central puede no estar relacionado con movimientos específicos.
Efecto en las actividades diarias: Se evalúa la gravedad del impacto en la marcha, la capacidad para pararse y realizar actividades diarias.
Pruebas específicas:
Maniobra de Dix-Hallpike: Se utiliza para diagnosticar VPPB y consiste en provocar el vértigo al cambiar rápidamente la posición de la cabeza.
Prueba del impulso cefálico: Evalúa la función vestibular al mover rápidamente la cabeza de un lado a otro mientras el paciente fija la mirada en un objeto.
Prueba de Romberg: Ayuda a evaluar la estabilidad postural con los ojos cerrados para identificar problemas vestibulares o de propiocepción.
Prueba de Unterberger: El paciente marcha en el lugar con los ojos cerrados; si rota hacia un lado, sugiere disfunción en el laberinto del oído interno.
Evaluación neurológica y otológica:
Examen de los nervios craneales y la función cerebelosa: Se revisan asimetrías faciales, problemas de coordinación y nistagmo para detectar causas neurológicas o centrales.
Examen otológico: Se busca signos de infección, vesículas (indicativas de herpes zóster) o masas en el oído que sugieran patologías otológicas.
Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial de vértigo incluye distinguir entre causas periféricas y centrales, ya que el manejo y el pronóstico varían considerablemente.
Vértigo periférico:
VPPB: Causa común de vértigo episódico breve, desencadenado por movimientos de la cabeza y diagnosticado con la maniobra de Dix-Hallpike.
Neuronitis vestibular: Vértigo agudo severo que puede durar días, sin pérdida auditiva pero con nistagmo espontáneo. Se asocia a infecciones virales previas.
Laberintitis: Similar a la neuronitis vestibular, pero con pérdida auditiva y tinnitus.
Enfermedad de Ménière: Episodios de vértigo prolongados (30 minutos a varias horas) acompañados de tinnitus, pérdida auditiva fluctuante y sensación de plenitud en el oído.
Otras causas periféricas: Fístulas perilinfáticas, toxicidad vestibular inducida por medicamentos y síndromes menos comunes como la dehiscencia del canal semicircular.
Vértigo central:
Accidente cerebrovascular o AIT: El vértigo súbito acompañado de síntomas neurológicos focales, como debilidad o pérdida de la visión, sugiere un accidente cerebrovascular.
Migraña vestibular: Causa frecuente de vértigo central recurrente, a menudo con aura visual, ataxia y náuseas.
Esclerosis múltiple: Puede provocar vértigo junto con otros síntomas neurológicos, como debilidad o disfunción visual.
Tumores cerebrales: El vértigo central también puede ser causado por masas en el cerebelo o el tronco encefálico.
Definición
El vértigo es un síntoma caracterizado por una falsa sensación de movimiento rotatorio, ya sea del propio cuerpo o del entorno, en ausencia de movimiento real. Este fenómeno es distinto de otras formas de mareo o inestabilidad, como el presíncope (sensación de desmayo inminente), el desequilibrio (inestabilidad al estar de pie o caminar) o la sensación de cabeza ligera.
Las causas del vértigo pueden ser periféricas (generalmente relacionadas con el oído interno o el nervio vestibular) o centrales (asociadas con patologías en el tronco encefálico o cerebelo). Las causas periféricas son las más comunes, mientras que las centrales suelen ser menos frecuentes pero más graves.
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