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Uveítis


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Uveítis


El manejo de la uveítis varía según la causa, la localización y la gravedad de la inflamación. El tratamiento principal es controlar la inflamación ocular y tratar la afección sistémica subyacente si está presente.


  1. Tratamiento de la uveítis no infecciosa:


    • Corticosteroides: Son el tratamiento inicial para reducir la inflamación y prevenir adherencias en el ojo. Pueden administrarse tópicamente (colirios), oralmente, o mediante inyecciones perioculares o intraoculares. Estos deben retirarse gradualmente para evitar la reactivación de la inflamación.


    • Ciclopléjicos-midráticos: Medicamentos como el ciclopentolato o la atropina se utilizan para paralizar el cuerpo ciliar, aliviar el dolor y evitar adherencias entre el iris y el cristalino.


    • Inmunosupresores: Para casos graves o crónicos, se pueden utilizar inmunosupresores sistémicos (por ejemplo, metotrexato o micofenolato) o inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF), como adalimumab. También pueden considerarse opciones como la fototerapia con láser, la crioterapia o la vitrectomía (extracción del humor vítreo).


  2. Tratamiento de la uveítis infecciosa:


    • El tratamiento incluye el uso de antimicrobianos específicos (antibióticos, antivirales, antifúngicos o antiparasitarios) en combinación con corticosteroides y ciclopléjicos para controlar la inflamación.


  3. Monitoreo y seguimiento en atención primaria:


    • Control de efectos secundarios: Se puede solicitar a los profesionales de atención primaria que monitoreen los efectos secundarios de los corticosteroides orales, como el riesgo de osteoporosis o diabetes.


    • Supervisión de inmunosupresores: En caso de tratamiento con inmunosupresores o medicamentos modificadores de la enfermedad (DMARDs), el seguimiento puede incluir exámenes regulares de sangre para detectar complicaciones, como neutropenia.


    • Revisión oftalmológica: Las personas que reciben corticosteroides tópicos deben estar bajo control oftalmológico para prevenir complicaciones, como el glaucoma inducido por esteroides.


Diagnóstico


El diagnóstico de uveítis requiere una evaluación clínica completa que incluye la historia médica del paciente y un examen físico detallado para identificar la causa de la inflamación ocular y descartar otras enfermedades.


  1. Historia clínica:


    • Preguntar sobre la duración y el inicio de los síntomas (dolor ocular, enrojecimiento, visión borrosa, fotofobia, destellos o flotadores).


    • Identificar si los síntomas son unilaterales o bilaterales y si hay antecedentes de enfermedades sistémicas, autoinmunes o de uveítis previa.


    • Considerar la posibilidad de uso de lentes de contacto o trauma ocular reciente.


    • Preguntar sobre antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes, ya que estas pueden predisponer a la uveítis.


  2. Examen físico:


    • Examen del ojo: Revisar los párpados, la conjuntiva y la córnea en busca de inflamación, enrojecimiento o lesiones. Observar si hay enrojecimiento pericorneal (flush ciliar), que es característico de la uveítis anterior.


    • Prueba de fluoresceína: Para detectar abrasiones corneales o úlceras.


    • Agudeza visual: Medir la visión utilizando una tabla de Snellen.


    • Reacciones pupilares: Evaluar las reacciones de la pupila y su tamaño, que puede verse afectado por la inflamación del iris.


    • Presión intraocular: Se debe medir para descartar glaucoma, que puede estar asociado con la uveítis.


Diagnóstico diferencial


Es importante considerar otras enfermedades que pueden simular los síntomas de la uveítis:


  1. Glaucoma agudo: Se caracteriza por dolor ocular severo y aumento de la presión intraocular.


  2. Queratitis: Infección o inflamación de la córnea que presenta dolor y fotofobia.


  3. Escleritis: Inflamación de la esclerótica, que causa dolor profundo y se agrava con el movimiento ocular.


  4. Conjuntivitis infecciosa: Asociada con secreción purulenta o mucosa.


  5. Síndrome de ojo seco: Irritación ocular por falta de lubricación.


  6. Lesiones traumáticas: Heridas o cuerpos extraños en el ojo pueden presentar síntomas similares a los de la uveítis.


Definición


La uveítis es la inflamación de la úvea, que incluye el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. También puede afectar estructuras cercanas, como la retina, el nervio óptico y el humor vítreo. Según la localización de la inflamación, se clasifica en:


  • Uveítis anterior: Es la forma más común y afecta el segmento anterior del ojo.

  • Uveítis intermedia: Afecta principalmente el humor vítreo.

  • Uveítis posterior: Afecta la retina y la coroides.

  • Panuveítis: Involucra la inflamación de todas las capas de la úvea.


La uveítis puede tener causas idiopáticas (sin causa aparente) o estar relacionada con enfermedades autoinmunes (como la espondilitis anquilosante o la artritis psoriásica), infecciones (como toxoplasmosis o herpes), trauma ocular o, en casos raros, neoplasias. Esta condición es una causa importante de ceguera legal en países en desarrollo y contribuye a la discapacidad visual a nivel mundial.

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