MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de el Síndrome del intestino irritable (SII)
Medidas no farmacológicas:
Educación del paciente:
Explicar la naturaleza crónica del SII, su relación con el eje intestino-cerebro y el impacto de factores como el estrés, la dieta y el estado psicológico.
Reforzar que el SII no está asociado a un aumento en el riesgo de cáncer u otras enfermedades graves.
Recalcar que el objetivo es mejorar los síntomas y la calidad de vida, ya que es poco probable que los síntomas desaparezcan por completo.
Cambios en la dieta:
Dieta baja en FODMAPs: Reducir alimentos que producen fermentación (cebolla, ajo, legumbres, frutas con alto contenido de fructosa).
Fibras: Ajustar la ingesta de fibra dependiendo del tipo de SII. En el SII-D (diarrea), se deben reducir las fibras insolubles (como el salvado de trigo), mientras que en el SII-C (estreñimiento), se recomienda la fibra soluble (ispagula o avena).
Hidratación: Aumentar la ingesta de líquidos, especialmente en personas con estreñimiento.
Comidas regulares: Evitar saltarse comidas y masticar lentamente. Identificar y evitar los alimentos desencadenantes de los síntomas.
Probioticos: Pueden ser útiles durante un período de prueba de 12 semanas; si no hay mejoría, suspender su uso.
Actividad física: Se recomienda realizar ejercicio regularmente, con una meta de al menos 30 minutos al día, 5 veces por semana.
Apoyo psicológico:
Identificar y tratar la ansiedad y la depresión, ya que estos factores pueden exacerbar los síntomas.
Las terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, pueden ser útiles en pacientes con síntomas persistentes.
Tratamientos farmacológicos:
Para el estreñimiento:
Laxantes formadores de masa (ispagula o metilcelulosa) para regularizar las heces. Se debe ajustar la dosis según la respuesta.
Evitar el uso de lactulosa, ya que puede aumentar la producción de gases y empeorar la distensión abdominal.
Si los laxantes no son efectivos, considerar el uso de linaclotida para el SII-C severo.
Para la diarrea:
Loperamida: Ajustar la dosis para controlar la diarrea sin causar estreñimiento.
Revisar el uso a los 3 meses y descontinuar si no hay respuesta.
Para el dolor abdominal y los espasmos:
Antiespasmódicos: Mebeverina, alverina o aceite de menta para aliviar los espasmos abdominales.
Si los antiespasmódicos son ineficaces, considerar el uso de antidepresivos tricíclicos (amitriptilina en dosis bajas) para el dolor refractario.
Antidepresivos:
Amitriptilina: Se inicia con dosis bajas (5-10 mg) y se ajusta lentamente. Revisar a las 4 semanas y continuar si es efectivo.
Si los tricíclicos no son bien tolerados o no funcionan, se pueden utilizar inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como citalopram o fluoxetina.
Seguimiento y referencia:
Revaluar al paciente después de 2 meses y ajustar el tratamiento si los síntomas persisten.
Referir a gastroenterología si hay dudas sobre el diagnóstico, los síntomas son severos o no responden al tratamiento.
Referir a salud mental si los síntomas persisten más de 12 meses o si se identifican trastornos psicológicos.
Diagnóstico
Criterios diagnósticos:
Sospechar SII si el paciente presenta síntomas como dolor abdominal, distensión o cambios en el hábito intestinal durante al menos 6 meses.
Diagnóstico clínico: Si el dolor abdominal está presente durante 6 meses y se alivia con la defecación, o se asocia a cambios en la frecuencia o forma de las heces, acompañado de al menos dos de los siguientes:
Alteraciones en el paso de las heces (urgencia, esfuerzo o sensación de evacuación incompleta).
Hinchazón o distensión abdominal.
Empeoramiento tras las comidas.
Paso de moco en las heces.
Excluir otras condiciones con síntomas similares (enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer gastrointestinal, enfermedad celíaca).
Pruebas complementarias:
Hemograma completo para detectar anemia.
Marcadores inflamatorios (VSG, PCR) para descartar inflamación activa.
Serología para celiaquía.
Calprotectina fecal: Especialmente en pacientes jóvenes con diarrea para descartar enfermedad inflamatoria intestinal.
Diagnóstico Diferencial
Cáncer de colon y recto: Evaluar en caso de pérdida de peso inexplicable, sangrado rectal, anemia ferropénica, antecedentes familiares.
Enfermedades inflamatorias del intestino: Crohn, colitis ulcerosa.
Condiciones funcionales: Constipación inducida por medicamentos o hipotiroidismo.
Enfermedades infecciosas: Diarrea asociada a antibióticos (Clostridium difficile) o infecciones gastrointestinales.
Enfermedades ginecológicas: Síndrome premenstrual, endometriosis.
Definición
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno crónico y recurrente del eje intestino-cerebro caracterizado por dolor abdominal que se asocia con cambios en la frecuencia y/o forma de las heces.
También puede incluir síntomas como hinchazón y distensión abdominal. Aunque la causa exacta no se conoce completamente, se cree que es multifactorial e involucra la interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales.
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