Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS)
- EmergenciasUNO
- 23 ago 2024
- 4 Min. de lectura
MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo del Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS)
Evaluación inicial y monitoreo:
El manejo del síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) comienza con una evaluación detallada de los síntomas, el impacto en la calidad de vida y la identificación de factores de riesgo.
Se debe preguntar sobre ronquidos, pausas respiratorias presenciadas (apneas), somnolencia diurna excesiva y otros síntomas relacionados, como fatiga y problemas de concentración.
En los niños, también se deben explorar problemas de comportamiento, bajo rendimiento escolar y signos de respiración bucal.
Además de evaluar el impacto en la vida diaria, es fundamental investigar el riesgo de accidentes, sobre todo en personas que conducen o manejan maquinaria pesada, ya que el SAOS está vinculado a un mayor riesgo de accidentes debido a la somnolencia excesiva.
Es recomendable medir el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia del cuello, y realizar un examen de las vías aéreas superiores para identificar signos de obstrucción nasofaríngea (por ejemplo, debido a hipertrofia adenoamigdalina) o anomalías craneofaciales.
Medidas de estilo de vida y prevención:
El tratamiento en atención primaria debe incluir recomendaciones sobre modificaciones en el estilo de vida, tales como:
Pérdida de peso: La obesidad es uno de los principales factores de riesgo, y la pérdida de peso puede mejorar o incluso resolver los síntomas en algunos casos.
Ejercicio regular: Mejora el bienestar general y puede ayudar en la reducción del IMC.
Evitar el alcohol y los sedantes: Estas sustancias pueden agravar el colapso de las vías respiratorias al reducir el tono muscular durante el sueño.
Dejar de fumar: El tabaquismo puede incrementar la inflamación de las vías respiratorias, exacerbando los síntomas del SAOS.
Evitar dormir en posición supina: Dormir boca arriba facilita el colapso de las vías respiratorias, por lo que se recomienda dormir de lado. Dispositivos como almohadas de posicionamiento pueden ser útiles.
Tratamientos especializados:
Terapia con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP):
Es el tratamiento estándar para personas con SAOS moderada a severa. La CPAP proporciona presión continua mediante una mascarilla para mantener las vías respiratorias abiertas durante la inspiración. Se ha demostrado que mejora la somnolencia diurna, la calidad de vida, y puede tener efectos beneficiosos en la reducción de la presión arterial.
El éxito del tratamiento depende en gran medida de la adherencia al uso regular del dispositivo. Sin embargo, muchas personas abandonan el tratamiento debido a molestias con la mascarilla, presión elevada o sequedad nasal. La educación y el apoyo temprano son esenciales para mejorar la adherencia.
Dispositivos intraorales:
Para personas con SAOS leve o que no toleran la CPAP, los dispositivos de avance mandibular son una opción. Estos dispositivos adelantan la mandíbula y el tejido lingual durante el sueño para prevenir el colapso de las vías respiratorias. Son especialmente eficaces en personas con SAOS leve y en quienes no tienen somnolencia diurna grave.
Cirugía:
En algunos casos, se puede considerar la cirugía para corregir obstrucciones anatómicas, como la adenotonsilectomía en niños con hipertrofia adenoamigdalina. En adultos, la cirugía para modificar los tejidos blandos o estructuras óseas del área orofaríngea es rara y se realiza solo cuando otras intervenciones han fracasado.
Seguimiento:
Es importante realizar un seguimiento regular para evaluar la adherencia al tratamiento, especialmente en el caso de la CPAP, así como para controlar los efectos secundarios y la respuesta al tratamiento. También se debe monitorear la aparición de comorbilidades asociadas, como hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Los pacientes deben ser informados sobre las implicaciones legales de conducir si tienen somnolencia diurna. En el Reino Unido, por ejemplo, los pacientes deben notificar al DVLA (Driving and Vehicle Licensing Agency) si el SAOS afecta su capacidad para conducir.
Diagnóstico
Criterios de diagnóstico:
Se debe sospechar SAOS en adultos con síntomas de somnolencia diurna excesiva, ronquidos fuertes, y episodios de pausas respiratorias (apneas) durante el sueño, especialmente si se acompaña de gasping o asfixia. Otros síntomas que pueden sugerir el diagnóstico incluyen fatiga, dolor de cabeza matutino que se resuelve a lo largo del día, y dificultad para concentrarse. En los niños, se deben considerar síntomas como ronquidos, pausas respiratorias, inquietud nocturna, respiración bucal, problemas de comportamiento y rendimiento escolar bajo.
Factores de riesgo como la obesidad, el sexo masculino, y un cuello ancho (circunferencia mayor a 40 cm) aumentan la probabilidad de SAOS.
Estudios diagnósticos:
El estudio de sueño o polisomnografía es la prueba más confiable para confirmar el diagnóstico de SAOS. Este estudio mide las interrupciones respiratorias (apneas e hipopneas) y el nivel de oxígeno en la sangre durante el sueño. Se clasifica la gravedad del SAOS según el índice de apneas-hipopneas (IAH):
Leve: IAH de 5-14 por hora.
Moderado: IAH de 15-30 por hora.
Severo: IAH mayor a 30 por hora.
También se puede utilizar la oximetría nocturna como prueba de cribado, la cual mide las fluctuaciones de la saturación de oxígeno durante la noche para identificar episodios de desaturación.
Diagnóstico Diferencial
Categoría | Descripción |
Ronquido simple | Ronquido sin pausas respiratorias, debido a obesidad, obstrucción nasal o infecciones respiratorias. |
Somnolencia diurna | Privación de sueño por trastornos como el insomnio, el síndrome de piernas inquietas o alteraciones del ciclo sueño-vigilia debido a turnos laborales nocturnos. |
Trastornos neurológicos | Condiciones como la enfermedad de Parkinson, la distrofia miotónica o el daño cerebral pueden imitar los síntomas del SAOS. |
Otras causas de asfixia nocturna | Reflujo gastroesofágico o asma nocturna pueden causar episodios de gasping o sensación de asfixia. |
Problemas conductuales y falta de concentración en niños | Trastornos como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) pueden presentar síntomas similares, como problemas de comportamiento e irritabilidad diurna. |
Definición
El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) es un trastorno del sueño caracterizado por episodios repetidos de obstrucción parcial o total de las vías respiratorias superiores durante el sueño, lo que provoca apneas (cesación completa del flujo de aire) o hipopneas (disminución del flujo de aire). Estos episodios interrumpen el sueño y suelen causar somnolencia diurna excesiva, ronquidos y despertares transitorios para restablecer el tono muscular de las vías respiratorias.
El SAOS está asociado con factores de riesgo como la obesidad, el envejecimiento y ciertas anomalías craneofaciales, y puede aumentar el riesgo de hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares si no se trata.
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