Prostatitis Crónica
- EmergenciasUNO
- 24 ago 2024
- 4 Min. de lectura
MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de la Prostatitis Crónica
El manejo de la prostatitis crónica depende de la clasificación de la enfermedad y los síntomas del paciente, abarcando principalmente dos enfoques: tratamiento para prostatitis bacteriana crónica (PBC) y para síndrome de dolor pélvico crónico/prostatitis crónica (CP/CPPS).
Prostatitis bacteriana crónica (PBC):
Antibióticos: Se recomienda el tratamiento antibiótico prolongado, incluso mientras se espera la evaluación urológica. Las opciones incluyen:
Trimetoprim: 200 mg dos veces al día durante 4-6 semanas.
Doxiciclina: 100 mg dos veces al día durante 4-6 semanas.
En algunos casos, la administración de antibióticos puede continuar hasta por 12 semanas si los síntomas persisten. Los pacientes deben ser referidos a un urólogo si no se observa mejoría después del tratamiento inicial.
Síndrome de dolor pélvico crónico/prostatitis crónica (CP/CPPS):
Alivio del dolor: El tratamiento de primera línea para el dolor incluye analgésicos como paracetamol y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). En caso de dolor neuropático, los medicamentos como gabapentina o pregabalina pueden ser considerados bajo la supervisión de un especialista.
Alfa-bloqueantes: Si el paciente presenta síntomas urinarios significativos, como dificultad para orinar o flujo débil, se puede ofrecer un tratamiento de 4-6 semanas con un alfa-bloqueante como tamsulosina.
Antibióticos: Aunque no siempre es efectivo en CP/CPPS, algunos pacientes pueden beneficiarse de un curso corto de antibióticos si los síntomas han estado presentes por menos de 6 meses.
Fisioterapia del suelo pélvico: En casos de disfunción del suelo pélvico, esta intervención puede ser útil.
Terapia psicológica: Dado que muchos pacientes con CP/CPPS presentan ansiedad o depresión, puede ser beneficioso ofrecer terapia cognitivo-conductual, así como el uso de antidepresivos en algunos casos.
Acupuntura: Algunos estudios sugieren que la acupuntura puede ser una opción complementaria para aliviar los síntomas.
Autocuidado y apoyo:
Educación del paciente: Explicar la naturaleza crónica de la enfermedad, destacando que el tratamiento se centra en el manejo de los síntomas más que en una cura definitiva.
Recursos en línea: Proporcionar información de sitios de apoyo como Prostate Cancer UK o la página del NHS.
Seguimiento y derivación:
Si los síntomas persisten o empeoran a pesar del tratamiento inicial, se debe referir al paciente a un urólogo para una evaluación más exhaustiva y posible tratamiento especializado.
Diagnóstico
El diagnóstico de la prostatitis crónica se realiza mediante la historia clínica detallada y la exclusión de otras afecciones. Los pasos clave para una evaluación diagnóstica son:
Evaluación de los síntomas:
Los pacientes con prostatitis crónica suelen presentar dolor en la región perineal, suprapúbica, rectal o testicular, a menudo acompañado de síntomas del tracto urinario inferior (como disuria, frecuencia urinaria, urgencia y flujo débil).
Los síntomas sexuales como disfunción eréctil, eyaculación dolorosa y reducción de la libido son comunes, lo que afecta significativamente la calidad de vida.
Examen físico:
Se debe realizar una exploración abdominal para descartar otras causas de dolor abdominal.
Examen digital rectal (DRE): Aunque el examen puede mostrar una próstata normal o agrandada, puede ser doloroso. No se recomienda el masaje prostático debido al riesgo de diseminación de bacterias en caso de infección.
Pruebas complementarias:
Análisis de orina: El análisis y cultivo de una muestra de orina son necesarios para detectar infecciones del tracto urinario. Esto es particularmente útil en pacientes con prostatitis bacteriana crónica.
Pruebas de infecciones de transmisión sexual (ITS): En pacientes sexualmente activos, se recomienda hacer pruebas para gonorrea y clamidia mediante análisis de orina y cultivo de secreciones uretrales.
Antígeno prostático específico (PSA): Aunque no es un marcador diagnóstico específico para prostatitis crónica, puede usarse para descartar cáncer de próstata en pacientes con factores de riesgo.
Índice de síntomas de prostatitis crónica (NIH-CPSI): Esta herramienta autoadministrada evalúa la gravedad de los síntomas, dividiéndolos en tres categorías: dolor, síntomas urinarios e impacto en la calidad de vida.
Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial incluye:
Prostatitis aguda: A diferencia de la prostatitis crónica, la prostatitis aguda suele presentarse con fiebre alta y malestar general, y requiere manejo urgente.
Hiperplasia prostática benigna (HPB): Los síntomas incluyen dificultad para orinar, pero sin el componente de dolor típico de la prostatitis.
Cáncer de próstata: Los pacientes pueden presentar síntomas urinarios, pero a menudo se asocia con niveles elevados de PSA y nódulos palpables en la próstata.
Infecciones del tracto urinario: Presentan síntomas urinarios como disuria y urgencia, pero sin el dolor perineal o testicular asociado con la prostatitis.
Epididimitis: Inflamación del epidídimo con dolor escrotal que puede confundirse con prostatitis.
Definición
La prostatitis crónica se define como la presencia de dolor urogenital durante al menos 3 meses, localizado en áreas como el perineo, suprapúbico, testículos, pene o recto, a menudo acompañado de síntomas urinarios (disuria, urgencia, frecuencia) y sexuales (disfunción eréctil, dolor en la eyaculación). Se clasifica en dos tipos:
Prostatitis bacteriana crónica (PBC): Menos del 10% de los casos y caracterizada por infecciones recurrentes del tracto urinario.
Síndrome de dolor pélvico crónico/prostatitis crónica (CP/CPPS): Representa más del 90% de los casos y se caracteriza por la ausencia de infección bacteriana comprobada, siendo su causa multifactorial y difícil de tratar.
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