MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de Pérdida auditiva en adultos
El manejo de la pérdida auditiva en adultos depende de la causa subyacente, el tipo de pérdida y la gravedad del problema. Las estrategias de tratamiento incluyen:
Tratamiento de la causa subyacente:
Impactación de cerumen: Se recomienda la eliminación segura del cerumen si está causando pérdida auditiva. Esto puede hacerse mediante instilación de gotas para ablandar el cerumen o mediante irrigación auricular, microaspiración o curetaje.
Infecciones del oído: Las infecciones agudas como la otitis externa o la otitis media se tratan con antibióticos tópicos u orales, dependiendo de la gravedad y la extensión de la infección.
Tímpano perforado: Si la pérdida auditiva se debe a la perforación del tímpano, se puede considerar la reparación quirúrgica, especialmente si la perforación no se cierra espontáneamente o si se asocia con infecciones recurrentes.
Otitis media con efusión: Se pueden emplear tubos de ventilación (drenajes timpánicos) si persiste la pérdida auditiva causada por líquido en el oído medio.
Uso de dispositivos auditivos:
Audífonos: Los audífonos son la intervención más común para personas con pérdida auditiva sensorineural leve a moderada. Estos dispositivos amplifican el sonido, mejorando la percepción auditiva. Los audífonos pueden colocarse detrás de la oreja (BTE), dentro del oído (ITE) o completamente dentro del canal auditivo (CIC), según la preferencia del paciente y el grado de pérdida auditiva.
Dispositivos de asistencia auditiva: En personas con pérdida auditiva severa a profunda o en aquellas para quienes los audífonos no son efectivos, se pueden considerar dispositivos como implantes cocleares o dispositivos anclados al hueso.
Rehabilitación auditiva:
Adaptación ambiental: Se recomienda ajustar el entorno del paciente para reducir el ruido de fondo y mejorar la audibilidad. Esto incluye el uso de sistemas de bucles auditivos, teléfonos amplificados y mejoras acústicas en el hogar.
Terapia auditiva: El entrenamiento auditivo y el aprendizaje de estrategias para mejorar la comunicación, como la lectura de labios, pueden ser beneficiosos.
Derivación a servicios especializados:
Audiología: Si se sospecha una pérdida auditiva sensorineural, se puede referir al paciente a audiología para la realización de pruebas audiométricas y la adaptación de audífonos.
Otorrinolaringología (ORL): Se debe referir a los pacientes con pérdida auditiva de inicio súbito, pérdida progresiva rápida o pérdida auditiva unilateral inexplicable a un especialista en ORL. Además, se recomienda la derivación urgente en casos de sospecha de neoplasias, trauma o signos neurológicos.
Asesoramiento y apoyo:
Recursos informativos: Se debe proporcionar información sobre organizaciones que ofrezcan apoyo a personas con pérdida auditiva, como la Real Instituto Nacional para Personas Sordas (RNID) en el Reino Unido.
Adaptación a la vida diaria: Se recomienda asesorar al paciente sobre estrategias para mejorar la comunicación, como reducir el ruido ambiental, hablar claramente y usar ayudas visuales para complementar la audición.
Diagnóstico
El diagnóstico de la pérdida auditiva en adultos requiere una evaluación clínica exhaustiva, que puede incluir:
Historia clínica detallada:
Duración y características de la pérdida auditiva: Es importante determinar si la pérdida auditiva es de inicio súbito, progresiva o fluctuante, y si afecta un solo oído (unilateral) o ambos oídos (bilateral).
Síntomas asociados: Se debe preguntar sobre síntomas adicionales, como tinnitus (zumbido en los oídos), vértigo, otalgia (dolor de oído) o plenitud en el oído.
Antecedentes médicos y familiares: Se debe indagar sobre el uso de medicamentos ototóxicos, infecciones del oído, exposición al ruido fuerte, trauma en la cabeza o el cuello, y antecedentes familiares de pérdida auditiva.
Examen físico:
Otoscopy: La inspección del conducto auditivo externo y la membrana timpánica permite identificar causas de pérdida auditiva conductiva, como cerumen impactado, cuerpos extraños, infecciones del oído externo o medio, y perforación del tímpano.
Pruebas de diapasones: Las pruebas de Weber y Rinne con diapasones ayudan a diferenciar entre la pérdida auditiva conductiva y la sensorineural.
Evaluación neurológica: Si se sospecha una causa neurológica, se debe realizar un examen de los nervios craneales y de las funciones cerebelosas para detectar signos de afectación del nervio auditivo o compresión de estructuras del tronco encefálico.
Pruebas audiológicas:
Audiometría: La audiometría tonal es la prueba estándar para cuantificar la pérdida auditiva. Esta mide el umbral auditivo en decibelios (dB) en varias frecuencias.
Imágenes: En casos de sospecha de tumores, fracturas o malformaciones estructurales, se pueden solicitar estudios de imágenes, como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC).
Diagnóstico Diferencial
Las causas de la pérdida auditiva en adultos se dividen en pérdida auditiva conductiva y sensorineural, aunque algunas personas pueden presentar una pérdida auditiva mixta.
Pérdida auditiva conductiva:
Cerumen impactado: La acumulación de cerumen que obstruye el conducto auditivo es una causa frecuente y reversible.
Otitis media y externa: Las infecciones del oído pueden causar inflamación y bloqueo del conducto auditivo o del oído medio.
Perforación de la membrana timpánica: El daño al tímpano, ya sea por trauma o infección, puede llevar a pérdida auditiva.
Otosclerosis: El crecimiento óseo anormal en el oído medio puede afectar los huesecillos y disminuir la transmisión del sonido.
Pérdida auditiva sensorineural:
Presbiacusia: La pérdida auditiva relacionada con la edad es una causa común de pérdida auditiva bilateral progresiva.
Exposición al ruido: La exposición prolongada a ruidos fuertes, ya sea en el trabajo o por ocio, puede dañar las células ciliadas del oído interno.
Pérdida auditiva súbita sensorineural: Se trata de una emergencia médica caracterizada por una pérdida auditiva rápida que puede estar relacionada con infecciones virales o eventos vasculares.
Schwannoma vestibular (neurinoma acústico): Tumor benigno que crece lentamente y causa pérdida auditiva unilateral progresiva.
Labirintitis y enfermedad de Ménière: Estas afecciones afectan el oído interno y causan pérdida auditiva, tinnitus y vértigo.
Ototoxicidad: Ciertos medicamentos, como los antibióticos aminoglucósidos, pueden causar daño irreversible al oído interno.
Definición
La pérdida auditiva en adultos es una disminución en la capacidad de oír, que puede ser de inicio súbito o gradual, temporal o permanente. La pérdida auditiva puede clasificarse en:
Pérdida auditiva conductiva: Ocurre debido a problemas en el oído externo o medio, que interfieren con la conducción del sonido hacia el oído interno.
Pérdida auditiva sensorineural: Se debe a problemas en el oído interno o en las vías nerviosas que conectan el oído con el cerebro.
Pérdida auditiva mixta: Es una combinación de pérdida auditiva conductiva y sensorineural.
La pérdida auditiva se clasifica según su severidad en leve, moderada, severa o profunda, dependiendo del umbral auditivo medido en decibelios (dB). Las causas más comunes incluyen el envejecimiento y la exposición a ruidos fuertes.
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