MANUAL DE EMERGENCIAS
La arteria central de la retina es una arteria terminal.
La oclusión suele ser embolica (comprueba historia de fibrilación auricular y escuche soplos carotideos), lo que causa una disminución de la AV
Sin dolor repentino.
Imposibilidad para contar los dedos.
No hay percepción de la luz.
El paciente puede tener antecedentes de amaurosis fugaz.
Exploración.
La reacción directa de la pupila es lenta o ausente en el ojo afectado, pero reacciona a la estimulación consensual (defecto pupilar aferente).
La fundoscopia revela una retina pálida, con un disco óptico pálido hinchado y una "mancha de mácula rojo cereza" (la retina es más delgada aquí y la circulación coroidea subyacente es normal). Los vasos sanguíneos de la retina están atenuados e irregulares: puede haber "transporte de ganado" en las arterias.
Tratamiento
Realice un masaje suave digitalmente del globo ocular durante 5–15 segundos, luego suelte y repita para desalojar la embolia, mientras espera la llegada urgente de un oftalmólogo.
Si hay alguna demora en que el oftalmólogo vea al paciente, considere (y analice) las siguientes opciones:
Administrar trinitrato de glicerilo sublingual.
Administrar acetazolamida IV 500 mg (disminuirá la presión intraocular).
Reconsiderar el diagnóstico:
Considere si la arteritis temporal es una posibilidad o no.
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