MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de la Neuralgia del trigémino
El tratamiento de la neuralgia del trigémino incluye tanto el manejo farmacológico como la posibilidad de intervención quirúrgica en casos refractarios:
Farmacológico:
El medicamento de elección es carbamazepina, un anticonvulsivo que ha demostrado ser eficaz en la mayoría de los casos. La dosis inicial recomendada es de 100 mg dos veces al día, aumentando gradualmente en 100-200 mg cada dos semanas hasta lograr el alivio del dolor. La dosis efectiva habitual es de 200 mg tres o cuatro veces al día, con un máximo de 1600 mg diarios.
Para aquellos que no pueden tolerar carbamazepina, que no responden adecuadamente o en quienes está contraindicada, se debe derivar a un especialista. Las opciones alternativas incluyen otros anticonvulsivos como oxcarbazepina, lamotrigina, topiramato, gabapentina y pregabalina. Asimismo, el uso de baclofeno, un relajante muscular, puede ser considerado.
Es fundamental monitorear los efectos adversos de la carbamazepina, como mareos, somnolencia, náuseas y, en algunos casos, efectos hematológicos graves como leucopenia o agranulocitosis.
Una vez que el dolor entra en remisión, se debe reducir la dosis gradualmente hasta retirarla, reiniciando el tratamiento si el dolor reaparece.
Quirúrgico:
Para pacientes que no responden al tratamiento médico o que presentan efectos adversos intolerables, existen intervenciones quirúrgicas que incluyen descompresión microvascular y procedimientos ablativos como la rizotomía o la radiofrecuencia. Estas técnicas buscan reducir la compresión del nervio trigémino o interrumpir la transmisión del dolor.
Manejo a largo plazo y seguimiento:
Es importante realizar un seguimiento regular, evaluando la eficacia del tratamiento y los posibles efectos secundarios. Se debe ajustar la dosis de carbamazepina o cambiar a una terapia alternativa si el control del dolor es insuficiente o si los efectos adversos son significativos.
En aquellos casos en los que el dolor limita significativamente las actividades diarias, se recomienda la derivación a un especialista en dolor o neurólogo.
Recomendaciones generales:
Se aconseja mantener un diario del dolor para identificar patrones y desencadenantes, y optimizar el manejo.
En caso de síntomas de depresión o aislamiento, se debe evaluar el estado emocional del paciente, ya que el dolor crónico puede tener un impacto significativo en la salud mental.
Diagnóstico
La neuralgia del trigémino se diagnostica principalmente a partir de las características clínicas del dolor:
Síntomas:
Dolor facial severo, descrito como una descarga eléctrica o punzante, que afecta generalmente una o más ramas del nervio trigémino, especialmente la rama maxilar (mejilla) o mandibular (mandíbula).
El dolor es unilateral en la mayoría de los casos (bilateral solo en el 3% de los pacientes).
Duración breve, de unos pocos segundos hasta 2 minutos.
Recurrente, con ataques múltiples al día, seguidos por periodos de remisión que pueden durar semanas o meses.
Factores desencadenantes comunes incluyen el tacto ligero en la cara, comer, hablar, cepillarse los dientes o la exposición al aire frío.
Evaluación física:
Se debe realizar una evaluación cuidadosa de la cara y cavidad oral para descartar otras causas de dolor, como infecciones dentales o sinusales.
En el examen físico, es importante palpar las áreas afectadas y observar cualquier anormalidad neurológica que podría sugerir una causa subyacente más grave, como tumores o esclerosis múltiple.
Pruebas complementarias:
En casos donde se sospeche una causa secundaria, se deben realizar estudios de imagen como resonancia magnética para detectar posibles lesiones compresivas o condiciones como tumores del ángulo pontocerebeloso o malformaciones vasculares.
Signos de alarma:
Se deben buscar síntomas neurológicos atípicos, como pérdida sensorial, alteraciones visuales (neuritis óptica) o afectación bilateral, que podrían sugerir una afección más seria como esclerosis múltiple.
Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial de la neuralgia del trigémino incluye otras causas de dolor facial, que deben ser consideradas y excluidas mediante la historia clínica y el examen físico:
Cefalea en racimos: Se diferencia por la duración más prolongada de los episodios dolorosos y la asociación frecuente con síntomas autonómicos (lagrimeo, congestión nasal).
Neuralgia postherpética: Suele estar precedida por un episodio de herpes zóster.
Dolor dental: Puede imitar el dolor trigeminal, pero está más localizado en las estructuras dentales o mandibulares.
Desórdenes temporomandibulares: Relacionados con el movimiento de la mandíbula y asociados con dolor muscular.
Sinusitis o problemas de las glándulas salivales también pueden causar dolor facial, aunque suelen ir acompañados de otros síntomas como congestión nasal o hinchazón.
Definición
La neuralgia del trigémino es un trastorno neurológico caracterizado por dolor facial severo y paroxístico en el territorio de una o más ramas del nervio trigémino (quinto nervio craneal). El dolor es habitualmente unilateral, de inicio brusco y breve, con episodios recurrentes que pueden durar desde segundos hasta varios minutos.
Se produce por la compresión del nervio trigémino, usualmente por un vaso sanguíneo en su raíz, y afecta principalmente a personas mayores de 50 años, siendo más común en mujeres. Además de la forma clásica, existe una forma “atípica” o “mixta”, donde el dolor entre los episodios es constante y más difícil de tratar.
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