MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de las Náuseas y vómitos en el embarazo
El manejo de las náuseas y vómitos en el embarazo depende de la gravedad de los síntomas y de la respuesta a las intervenciones iniciales.
Medidas de autocuidado:
Modificaciones en el estilo de vida y la dieta: Se aconseja descansar lo necesario, evitar estímulos que agraven las náuseas (como olores fuertes, ruido o calor), y consumir pequeñas comidas frecuentes, ricas en proteínas, bajas en carbohidratos y grasas. El uso de alimentos fríos puede ser útil para reducir el malestar causado por los olores. Además, beber pequeños sorbos de líquidos a lo largo del día en lugar de grandes cantidades en una sola ingesta puede ayudar.
Suplementos y terapias alternativas:
Jengibre: El jengibre (en forma de té, cápsulas o jarabe) ha mostrado tener un efecto beneficioso en la reducción de las náuseas.
Acupresión: La acupresión, como el uso de una banda en la muñeca o la presión manual en el punto P6 (en la cara ventral de la muñeca), puede reducir los síntomas.
Tratamiento farmacológico:
Primera línea:
Antihistamínicos: Los más comúnmente utilizados son ciclizina y prometazina. También se puede emplear la proclorperazina (un fenotiazínico).
Combinación de doxilamina/piridoxina (Xonvea®): Es el único tratamiento específicamente aprobado para las náuseas y vómitos en el embarazo.
Segunda línea:
Si los medicamentos de primera línea no son efectivos, se puede usar metoclopramida, domperidona u ondansetrón. Sin embargo, el uso prolongado de metoclopramida y domperidona está limitado debido al riesgo de efectos secundarios (neurológicos en el caso de la metoclopramida y cardíacos en la domperidona). El ondansetrón, aunque efectivo, está asociado con un pequeño aumento en el riesgo de malformaciones congénitas (labio leporino/paladar hendido) cuando se utiliza en el primer trimestre.
Tercera línea:
En casos refractarios, se pueden prescribir corticosteroides orales (prednisolona), con una dosis inicial de 40-50 mg diarios, que debe reducirse gradualmente hasta encontrar la dosis mínima efectiva. Estos fármacos deben reservarse para casos graves donde otros tratamientos han fallado.
Hospitalización y derivación:
Se debe considerar la hospitalización en mujeres con síntomas moderados a severos, especialmente si:
Existe una complicación o sospecha de complicación (deshidratación clínica, pérdida de peso significativa >5%, incapacidad para tolerar líquidos o medicamentos).
Hay comorbilidades que dificultan la gestión ambulatoria.
El puntaje en las escalas de severidad (como el PUQE) es alto (13 o más).
La salud mental está afectada o hay riesgo de daño emocional significativo.
Diagnóstico
El diagnóstico de náuseas y vómitos en el embarazo se basa en la exclusión de otras causas y la evaluación clínica de los síntomas.
Evaluación clínica:
Se debe preguntar sobre:
Inicio, duración y severidad de los síntomas, y su impacto en la ingesta oral y la calidad de vida.
Signos de complicaciones como pérdida de peso, fiebre, dolor abdominal, dolor de cabeza o cambios neurológicos.
Estado emocional y apoyo social: Las náuseas y vómitos severos pueden tener un impacto significativo en el bienestar mental y emocional de la mujer, por lo que es importante evaluar la capacidad para sobrellevar la situación.
Examen físico:
Se recomienda una evaluación física si los síntomas son graves:
Peso: Se debe controlar la pérdida de peso y la deshidratación.
Signos de deshidratación: Hipotensión postural, taquicardia y mucosas secas.
Abdomen: Evaluar la presencia de dolor abdominal o sensibilidad, lo que podría sugerir una causa alternativa.
Signos neurológicos: Confusión, nistagmo o ataxia, que podrían indicar encefalopatía de Wernicke.
Investigaciones adicionales:
No se requieren estudios adicionales en casos leves no complicados, pero en casos graves se pueden considerar pruebas como:
Examen de orina: Para descartar infecciones del tracto urinario.
Ultrasonido pélvico: Para evaluar factores predisponentes como embarazo molar o múltiple.
Análisis de sangre: Incluyendo hemograma completo, electrolitos y glucosa en sangre.
Diagnóstico diferencial
Es esencial excluir otras causas de náuseas y vómitos durante el embarazo. Algunas condiciones que deben considerarse incluyen:
Trastornos genitourinarios:
Infección urinaria, insuficiencia renal terminal, pielonefritis, torsión ovárica.
Trastornos metabólicos/endocrinos:
Hipercalcemia, hipertiroidismo, cetoacidosis diabética.
Trastornos gastrointestinales:
Gastritis, pancreatitis, colecistitis, apendicitis, hepatitis.
Trastornos neurológicos:
Enfermedades vestibulares, migraña, tumores del sistema nervioso central.
Causas relacionadas con el embarazo:
Hígado graso agudo del embarazo, preeclampsia.
Causas inducidas por medicamentos:
Hierro oral, anticonvulsivantes, opioides.
Definición
Las náuseas y vómitos en el embarazo se definen como el malestar gastrointestinal que aparece generalmente en el primer trimestre del embarazo, con exclusión de otras causas.
Los síntomas comienzan entre las semanas 4 y 7 de gestación, alcanzan su pico entre las semanas 9 y 16, y suelen resolverse hacia las semanas 16 a 20. Los síntomas que persisten o comienzan después de la semana 11 del embarazo generalmente sugieren una causa no relacionada con el embarazo.
El hiperémesis gravídica representa el extremo más grave de este espectro clínico y se caracteriza por náuseas y vómitos persistentes y severos que provocan pérdida de peso (al menos un 5% del peso pre-embarazo), deshidratación y desequilibrio electrolítico. Es un diagnóstico de exclusión, ya que primero deben descartarse otras causas.
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