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Mieloma Múltiple

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024


Manejo de Mieloma Múltiple


El manejo del mieloma múltiple implica un enfoque multidisciplinario centrado en el alivio de los síntomas, el control de la enfermedad y la mejora de la calidad de vida. Aunque la enfermedad no suele ser curable, los avances en el tratamiento han permitido prolongar la supervivencia y mejorar el pronóstico en muchos casos.


  1. Identificación temprana y evaluación inicial:


    • Es fundamental sospechar de mieloma múltiple en personas mayores de 60 años con dolor óseo persistente o fracturas inexplicables, especialmente en la columna vertebral. Los primeros pasos diagnósticos incluyen:


      • Hemograma completo para evaluar anemia.

      • Calcio sérico para detectar hipercalcemia.

      • Viscosidad plasmática o tasa de sedimentación eritrocitaria (ESR) para identificar inflamación o paraproteínas en sangre.


  2. Intervenciones de emergencia:


    • Se requiere admisión urgente en casos de:

      • Compresión de la médula espinal, que se manifiesta con síntomas como debilidad muscular, parestesias y alteraciones esfinterianas.


      • Hipercalcemia grave (calcio corregido ≥ 3.01 mmol/L) o lesión renal aguda, que pueden causar confusión, debilidad extrema, sed intensa y poliuria.


  3. Tratamientos en atención secundaria:


    • La terapia está dirigida por un hematólogo y puede incluir:


      • Bifosfonatos como el ácido zoledrónico o el pamidronato para prevenir la progresión de las lesiones óseas y reducir el dolor.


      • Quimioterapia combinada con inmunomoduladores y corticoides para el control de la proliferación de células malignas.


      • Terapias biológicas e inhibidores del proteasoma, como el bortezomib, para atacar las células cancerosas.


      • Trasplante de células madre en pacientes elegibles para consolidar la remisión.


  4. Control de síntomas y calidad de vida:


    • Alivio del dolor: Se pueden utilizar analgésicos como paracetamol y opioides, evitando antiinflamatorios no esteroides (AINEs) debido a su riesgo de toxicidad renal.


    • Anemia: Puede ser tratada con eritropoyetina o transfusiones de sangre, especialmente en casos de anemia severa.


    • Inmunización: Es importante ofrecer la vacuna contra la influenza estacional y la vacuna neumocócica.


  5. Atención de soporte y cuidados paliativos:


    • En estadios avanzados, el equipo de atención debe incluir servicios de apoyo psicológico, fisioterapeutas, y cuidados paliativos. El objetivo principal es minimizar el dolor y las complicaciones, ofreciendo al paciente y a la familia un plan de cuidados paliativos en caso de progresión de la enfermedad.


Diagnóstico


El mieloma múltiple puede ser difícil de diagnosticar debido a su presentación con síntomas inespecíficos que pueden confundirse con otras condiciones.


  1. Signos y síntomas clave:


    • Dolor óseo persistente, especialmente en la espalda baja o torácica.

    • Fatiga significativa, presente en aproximadamente el 30% de los pacientes.

    • Síntomas de hipercalcemia (dolor óseo, debilidad, confusión, sed excesiva y poliuria).

    • Pérdida de peso y deterioro general del estado físico.

    • Infecciones recurrentes, debido a la inmunosupresión secundaria a la producción anormal de inmunoglobulinas.

    • Complicaciones neurológicas, como pérdida sensorial y debilidad en las extremidades, pueden indicar compresión medular.


  2. Pruebas diagnósticas:


    • Hemograma completo: Detecta anemia normocítica normocrómica, que es común en el mieloma múltiple.

    • Electroforesis de proteínas y análisis de cadenas ligeras libres: Permiten identificar la presencia de inmunoglobulinas monoclonales en sangre y orina.

    • Radiografías óseas o resonancia magnética (RM): Se utilizan para detectar lesiones óseas, fracturas patológicas y compresión medular.


Diagnóstico Diferencial


Las siguientes condiciones pueden presentar síntomas similares a los del mieloma múltiple, y deben ser consideradas en el diagnóstico diferencial:


  1. Depresión: Fatiga, pérdida de peso y disminución del bienestar general.

  2. Osteoartritis: Dolor en las articulaciones y rigidez que puede confundirse con el dolor óseo del mieloma.

  3. Diabetes mellitus: Fatiga crónica, pérdida de peso y susceptibilidad a infecciones.

  4. Polimialgia reumática: Elevación de la tasa de sedimentación eritrocitaria (ESR) y síntomas sistémicos como fiebre baja y fatiga.

  5. Monoclonal gammopathy of unknown significance (MGUS): Presencia de proteínas M en sangre sin otros signos de mieloma activo.

  6. Linfoma no Hodgkin: Síntomas constitucionales como fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso y linfadenopatía.


Definición


El mieloma múltiple es una enfermedad maligna progresiva que afecta a las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco responsable de la producción de anticuerpos. En el mieloma, las células plasmáticas anormales se acumulan en la médula ósea y producen cantidades excesivas de inmunoglobulinas monoclonales (proteínas M), que pueden dañar varios sistemas del cuerpo:


  1. Huesos: La proliferación de células plasmáticas en la médula ósea causa lesiones óseas, fracturas patológicas y un riesgo elevado de compresión medular.


  2. Riñones: La acumulación de proteínas M y cadenas ligeras puede llevar a una disfunción renal grave.


  3. Sangre: Los pacientes desarrollan anemia, hipercalcemia y viscosidad sanguínea anormal, lo que puede provocar complicaciones como trombosis.


  4. Sistema inmunológico: La producción anormal de inmunoglobulinas afecta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, lo que aumenta el riesgo de infecciones bacterianas graves.


El mieloma múltiple es precedido a menudo por una fase pre-maligna llamada gammopatía monoclonal de significado incierto (MGUS), que progresa a mieloma a una tasa de alrededor del 1% por año. Aunque es incurable, el tratamiento actual permite un control de la enfermedad por períodos prolongados, con mejores tasas de supervivencia.

 
 
 

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