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Manejo Médico de las Fugas en Gastrostomía

INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA


Aviso Legal


Este contenido tiene fines informativos y no sustituye la consulta con su médico o profesional de salud. No incentivamos por ninguna razón la automedicación. Se ha realizado un esfuerzo para asegurar que la información sea precisa, actualizada y clara. En www.emergencias.org.es no nos responsabilizamos por errores, omisiones o los resultados de tratamientos descritos. Las publicaciones informativas se actualizan regularmente, por lo que se recomienda asegurarse de tener la versión más reciente.


La fuga en gastrostomía se refiere a la salida de contenido gástrico o alimentación alrededor o a través del dispositivo de gastrostomía. Puede ser molesta, causar irritación en la piel y afectar la eficacia de la alimentación.


El manejo adecuado implica identificar las causas, revisar el dispositivo y brindar cuidados de la piel para prevenir complicaciones.


Posibles factores que contribuyen


Algunas condiciones pueden favorecer la fuga:


  • Enfermedad intercurrente,


  • Intolerancia a la alimentación (mejora al reducir velocidad o usar alimentación continua),


  • Vómitos o reflujo gastroesofágico,


  • Estreñimiento,


  • Diabetes mal controlada,


  • Desnutrición (niveles bajos de zinc),


  • Inmunodeficiencia,


  • Acumulación de aire en el estómago (se recomienda ventilar antes de las tomas).


Posibles problemas con el dispositivo


En todos los dispositivos:


  • Verificar la longitud adecuada del estoma,


  • Solo aumentar el calibre en sondas pequeñas (12Fr–14Fr), como último recurso,


  • Comprobar si el tubo presenta fracturas.


En dispositivos con balón (G o GJ):


  • Asegurar el volumen correcto del balón según el tipo y tamaño,


  • Cambiar el dispositivo si el balón no mantiene volumen.


En gastrostomía inicial tipo PEG:


  • Confirmar que el fijador externo esté en la posición adecuada a nivel de la piel.


Medidas de cuidado en fugas


  • Enjuagar la sonda con agua tibia a través del tubo de alimentación.


  • Cambiar el adaptador de la sonda si corresponde.


  • Cuidar la piel con crema barrera (vaselina/parafina) y apósitos de espuma absorbente.


  • En algunos casos, valorar el uso de corticoides tópicos, antifúngicos o antiácidos locales.


  • El polvo hidrocoloide puede ayudar a tapar espacios pequeños y reducir la fuga.


Opciones de manejo adicional


Exceso de ácido gástrico


  • Se puede indicar un inhibidor de bomba de protones (IBP).


Intolerancia persistente a la alimentación


  • Cambiar la pauta a alimentación continua o nocturna en coordinación con el nutricionista.


Sospecha de gastroparesia (vaciamiento gástrico lento)


  • Considerar fármacos procinéticos (ej. domperidona, eritromicina) tras valoración médica y electrocardiograma basal.


Alimentación distal


  • Si la fuga es importante, se puede recurrir a alimentación yeyunal (por sonda nasoyeyunal o GJ) para “dar descanso” al estómago.


  • En algunos casos se puede reducir el diámetro de la sonda para favorecer el cierre parcial del estoma.


Seguimiento


  • Vigilar la piel por riesgo de irritación, infección o crecimiento de tejido de granulación.


  • Control médico a las 4–6 semanas (antes si hay problemas cutáneos).


  • Retirar progresivamente el IBP o el procinético si ya no son necesarios.


  • Si se mantiene tratamiento procinético, valorar ECG cada 6 meses.


  • Reevaluar periódicamente la necesidad de alimentación yeyunal.


Puntos clave para recordar


  • La fuga en gastrostomía es un problema frecuente pero con soluciones médicas y técnicas.


  • Revisar tanto las causas médicas (estreñimiento, reflujo, intolerancia) como las técnicas (balón, calibre, fijación).


  • Cuidar la piel con barreras protectoras y apósitos adecuados para prevenir complicaciones.


  • Siempre consultar al equipo de salud si la fuga persiste o empeora.

 
 
 

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