MANUAL DE EMERGENCIAS 80 / 20
La infección por Bacillus anthracis, conocida comúnmente como ántrax, es una enfermedad zoonótica grave que afecta tanto a animales como a humanos. Esta enfermedad puede presentarse en tres formas clínicas principales, dependiendo de la vía de entrada del patógeno en el organismo: cutánea, inhalatoria y gastrointestinal.
Período de incubación: El período de incubación varía según la forma de la enfermedad. En la forma cutánea, el período de incubación suele ser de 1 a 7 días, aunque puede ser más prolongado. En la forma inhalatoria, el período de incubación es típicamente de 1 a 7 días, pero casos raros pueden presentarse hasta 60 días después de la exposición. La forma gastrointestinal tiene un período de incubación que puede variar de 1 a 7 días.
Síntomas y signos clínicos
Cutánea: Representa aproximadamente el 95% de los casos de ántrax en humanos. Los síntomas iniciales incluyen una pápula pruriginosa que evoluciona a una vesícula y posteriormente a una úlcera negra (escara) con edema circundante.
Inhalatoria: Comienza con síntomas similares a los de una infección viral (fiebre, malestar, tos no productiva). Posteriormente, puede progresar rápidamente a una enfermedad sistémica grave con dificultad respiratoria, septicemia y meningitis.
Gastrointestinal: Puede presentar síntomas que van desde náuseas, vómitos, fiebre y dolor abdominal hasta septicemia grave y shock.
Diagnósticos diferenciales
Para la forma cutánea: celulitis, peste, tularemia, carbunco estafilocócico, entre otros.
Para la forma inhalatoria: neumonías bacterianas o virales, influenza, y otras enfermedades que causen síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA).
Para la forma gastrointestinal: otras causas de gastroenteritis aguda, como intoxicación alimentaria, salmonelosis, entre otras.
Tratamiento y manejo
El tratamiento temprano es crucial para el manejo exitoso del ántrax, especialmente en las formas inhalatoria y gastrointestinal, que tienen una alta tasa de mortalidad sin tratamiento. El manejo incluye:
Antibióticos: El tratamiento de elección es con antibióticos, siendo el ciprofloxacino, doxiciclina y amoxicilina comúnmente recomendados. La terapia debe iniciarse lo antes posible después de la exposición o ante la sospecha de enfermedad.
Manejo de soporte: Incluye terapia de fluidos, manejo de shock si se presenta, y en casos de ántrax inhalatorio, puede requerirse soporte respiratorio.
Vacunación post-exposición: En casos de exposición conocida al ántrax, se puede considerar la vacunación junto con el inicio de la terapia antibiótica.
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