MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de la Infección del tracto urinario inferior en mujeres
Hospitalización: Si una mujer presenta síntomas graves como fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos, confusión, o signos de complicaciones serias (pielonefritis o sepsis), se debe considerar la hospitalización inmediata.
Tratamiento antibiótico empírico: Se recomienda iniciar el tratamiento antibiótico en mujeres con sospecha de ITU no complicada según los resultados del cultivo de orina, si están disponibles, o basándose en los patrones locales de resistencia. Las opciones de primera línea incluyen:
Nitrofurantoína 100 mg de liberación modificada dos veces al día por 3 días.
Trimetoprim 200 mg dos veces al día por 3 días (si el riesgo de resistencia es bajo).
Segunda línea: Si no hay mejoría después de 48 horas de tratamiento o si los antibióticos de primera línea están contraindicados, se pueden usar:
Pivmecilinam 400 mg como dosis inicial, luego 200 mg tres veces al día por 3 días.
Fosfomicina 3 g en dosis única.
Autocuidado: Se recomienda que las pacientes mantengan una buena hidratación (al menos 1.5 litros de agua al día) y utilicen analgésicos como paracetamol o ibuprofeno si no hay contraindicaciones. No se recomienda el uso de productos de arándano ni de agentes alcalinizantes de la orina para el alivio de los síntomas.
Profilaxis antibiótica: En mujeres con ITU recurrente (dos o más episodios en 6 meses o tres o más episodios en un año), se puede considerar una profilaxis antibiótica en dosis bajas o dosis única postcoital. Las opciones incluyen:
Trimetoprim 100 mg por la noche.
Nitrofurantoína 50–100 mg por la noche.
Amoxicilina 250 mg por la noche (uso fuera de indicación).
Cefalexina 125 mg por la noche (segunda línea).
Se debe revisar el tratamiento cada 6 meses para evaluar su efectividad y ajustar la terapia.
Seguimiento: Se debe realizar un seguimiento 48 horas después de iniciar el tratamiento para revisar la respuesta clínica y los resultados del cultivo de orina. Además, se debe educar a las pacientes sobre los signos de empeoramiento y cuándo buscar atención médica urgente si los síntomas no mejoran.
Diagnóstico
Evaluación de síntomas clave: En mujeres menores de 65 años, el diagnóstico de ITU debe sospecharse si presentan uno o más de los siguientes síntomas:
Disuria: Dolor o ardor al orinar.
Nicturia: Orinar durante la noche con mayor frecuencia de lo habitual.
Orina turbia: La presencia de orina visiblemente turbia es un indicador clave. En mujeres con catéter, no se debe basar el diagnóstico solo en la apariencia de la orina.
Otros síntomas urinarios: Incluyen frecuencia urinaria aumentada, urgencia, dolor o sensibilidad suprapúbica, y hematuria.
Mujeres mayores de 65 años o con catéter: En estas pacientes, el diagnóstico de ITU se debe considerar si hay disuria de nueva aparición o dos o más síntomas urinarios o inespecíficos, como fiebre, urgencia, incontinencia, dolor suprapúbico, hematuria, o empeoramiento del estado mental (delirio o letargo).
Pruebas diagnósticas:
En mujeres menores de 65 años sin factores de riesgo y con síntomas típicos de ITU, no se requiere realizar una tira reactiva de orina.
Si presentan síntomas leves o un solo síntoma, se debe realizar una tira reactiva de orina. Si el resultado es positivo para nitritos o leucocitos y eritrocitos, la ITU es probable.
En casos complicados, recurrentes o en pacientes embarazadas o con catéter, se debe enviar una muestra de orina para cultivo y pruebas de sensibilidad.
No se recomienda la prueba con tira reactiva en mujeres mayores de 65 años o con catéteres.
Diagnóstico Diferencial
Pielonefritis: La ITU superior o pielonefritis puede presentarse con fiebre, dolor en el flanco, y síntomas sistémicos como escalofríos, lo que la diferencia de la ITU inferior que se limita a la vejiga.
Uretritis: La inflamación de la uretra puede deberse a irritación después del contacto sexual o procedimientos genitourinarios, o puede estar relacionada con infecciones de transmisión sexual como clamidia o gonorrea.
Cistitis intersticial: Trastorno crónico de la vejiga caracterizado por dolor pélvico y síntomas urinarios en ausencia de infección.
Dermatitis y condiciones vulvares: Condiciones de la piel como dermatitis de contacto, lichen escleroso o psoriasis que pueden simular una ITU al provocar irritación o prurito en la región vulvar.
Malignidad urológica o ginecológica: Los cánceres urológicos o ginecológicos pueden presentarse con hematuria persistente, síntomas urinarios irritativos o infecciones recurrentes.
Efectos adversos de medicamentos: Algunos medicamentos, como los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2) y la ciclofosfamida, pueden causar síntomas urinarios o irritación vesical que pueden confundirse con ITU.
Definición
Una infección del tracto urinario inferior (ITU) es una infección bacteriana que afecta la vejiga, también conocida como cistitis. Generalmente, está causada por bacterias del tracto gastrointestinal que ascienden por la uretra hacia la vejiga, siendo Escherichia coli la causa más común, responsable de hasta el 77% de los casos.
Las ITU pueden clasificarse en no complicadas, que ocurren en mujeres sanas sin anomalías anatómicas o funcionales del tracto urinario, y complicadas, que ocurren en mujeres con factores de riesgo como el embarazo, malformaciones anatómicas, uso de catéteres o inmunosupresión.
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