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Hipertensión en el embarazo

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Hipertensión en el embarazo


El manejo de la hipertensión en el embarazo es crucial para prevenir complicaciones graves tanto para la madre como para el feto. Las estrategias clave de manejo incluyen:


  1. Monitoreo de la presión arterial:

    • Es esencial medir la presión arterial en cada visita prenatal. La hipertensión se define como una presión arterial sistólica ≥140 mmHg o diastólica ≥90 mmHg.

    • En el caso de hipertensión severa (≥160/110 mmHg), se requiere intervención inmediata para reducir el riesgo de complicaciones, como eclampsia o desprendimiento prematuro de placenta.


  2. Uso de medicamentos antihipertensivos:

    • Se utilizan antihipertensivos seguros para el embarazo como labetalol, nifedipino o metildopa.

    • En casos de hipertensión crónica, es importante interrumpir los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (ARA II) debido a su riesgo para el feto. Si la mujer está en tratamiento con estos medicamentos, se debe cambiar a otros antihipertensivos seguros.

    • Labetalol es el tratamiento de primera línea en mujeres sin contraindicación. Para aquellas que no pueden tomar labetalol, se pueden considerar nifedipino o metildopa.


  3. Profilaxis con aspirina:

    • Para mujeres con alto riesgo de preeclampsia (por ejemplo, con antecedentes de preeclampsia o enfermedades autoinmunes), se recomienda aspirina a baja dosis (75-150 mg) desde las 12 semanas de gestación hasta el nacimiento para reducir el riesgo de desarrollar la condición.


  4. Monitoreo fetal:

    • Es necesario realizar ecografías regulares para controlar el crecimiento fetal, especialmente en casos de hipertensión severa o preeclampsia, donde existe un mayor riesgo de restricción del crecimiento intrauterino.


  5. Hospitalización:

    • Las mujeres con preeclampsia severa o eclampsia suelen ser hospitalizadas para un manejo intensivo, que incluye monitoreo constante de la presión arterial, evaluación de la función renal, hepática y hematológica, y vigilancia del bienestar fetal.

    • En mujeres con hipertensión severa (≥160/110 mmHg) o síntomas de preeclampsia (dolor de cabeza, problemas visuales, dolor epigástrico), se recomienda la hospitalización inmediata.


  6. Parto:

    • En casos graves de preeclampsia o eclampsia, el parto puede ser la única solución definitiva, dependiendo de la gravedad del caso y de la viabilidad fetal. El momento del parto se decide en función del estado materno y fetal.


  7. Seguimiento postparto:

    • La presión arterial debe monitorearse después del parto, ya que algunas mujeres pueden continuar con hipertensión. En casos de preeclampsia, el riesgo de complicaciones sigue presente hasta cuatro semanas postparto. El seguimiento es esencial para detectar y tratar complicaciones a tiempo.


Diagnóstico


El diagnóstico de los trastornos hipertensivos del embarazo se basa en la medición de la presión arterial y, en algunos casos, en la presencia de proteinuria o signos de disfunción orgánica. Los criterios específicos incluyen:


  1. Hipertensión crónica:

    • Se diagnostica cuando la presión arterial elevada (≥140/90 mmHg) está presente antes del embarazo o antes de las 20 semanas de gestación. La presión arterial puede disminuir durante el primer y segundo trimestre, pero si la hipertensión persiste antes de las 20 semanas, se asume que es preexistente.


  2. Hipertensión gestacional:

    • Se refiere a la aparición de hipertensión después de las 20 semanas de gestación sin evidencia de proteinuria o daño orgánico. Se diagnostica si la presión arterial sistólica es ≥140 mmHg o la diastólica es ≥90 mmHg en dos ocasiones con al menos 4 horas de diferencia.


  3. Preeclampsia:

    • Se diagnostica cuando aparece hipertensión después de las 20 semanas de gestación junto con proteinuria significativa (ratio proteína/creatinina ≥30 mg/mmol o albúmina/creatinina ≥8 mg/mmol) o disfunción de órganos maternos, como insuficiencia renal, disfunción hepática, complicaciones neurológicas (como eclampsia o alteraciones visuales), o restricción del crecimiento fetal.


  4. Eclampsia:

    • Se refiere a la presencia de convulsiones en una mujer con preeclampsia. Este trastorno es una emergencia obstétrica que requiere intervención inmediata para prevenir daños maternos y fetales.


  5. HELLP:

    • El síndrome HELLP (hemólisis, elevación de enzimas hepáticas y trombocitopenia) es una forma severa de preeclampsia que afecta al hígado y al sistema hematológico. Las mujeres con HELLP presentan dolor epigástrico, náuseas, vómitos y síntomas relacionados con la disfunción hepática.


Diagnóstico Diferencial


El diagnóstico diferencial de los trastornos hipertensivos en el embarazo incluye:

  1. Hipertensión crónica:

    • Se diferencia de la hipertensión gestacional o preeclampsia porque la hipertensión está presente antes de las 20 semanas de gestación o antes del embarazo.


  2. Preeclampsia superpuesta a hipertensión crónica:

    • Es un diagnóstico importante en mujeres con hipertensión crónica que desarrollan nuevos síntomas como proteinuria o daño a órganos después de las 20 semanas de gestación.


  3. Hipertensión de bata blanca:

    • La hipertensión de bata blanca puede presentarse como lecturas elevadas de presión arterial solo en el consultorio médico, mientras que los valores fuera de este son normales. Esto se puede descartar mediante monitoreo ambulatorio de la presión arterial.


  4. Infecciones urinarias:

    • En mujeres con proteinuria sin hipertensión, se debe considerar la posibilidad de una infección del tracto urinario. Un análisis de orina y cultivo puede ayudar a confirmar o descartar este diagnóstico.


  5. Trastornos renales:

    • Los trastornos renales preexistentes también pueden manifestarse con proteinuria y requieren una evaluación exhaustiva para diferenciarlos de la preeclampsia.


Definición


Los trastornos hipertensivos en el embarazo comprenden una serie de condiciones caracterizadas por la aparición de hipertensión y, en algunos casos, daño a órganos maternos o fetales. Se clasifican de la siguiente manera:


  1. Hipertensión:

    • Se define como una presión arterial sistólica de 140-159 mmHg o diastólica de 90-109 mmHg en dos ocasiones separadas por al menos 4 horas.


  2. Hipertensión grave:

    • Se diagnostica cuando la presión arterial sistólica es ≥160 mmHg o la diastólica es ≥110 mmHg, lo que requiere tratamiento inmediato.


  3. Hipertensión crónica:

    • Se refiere a la hipertensión que está presente antes del embarazo o antes de las 20 semanas de gestación. Esta condición a menudo requiere tratamiento durante todo el embarazo para prevenir complicaciones como la preeclampsia.


  4. Hipertensión gestacional:

    • Es la aparición de hipertensión después de las 20 semanas de gestación sin proteinuria significativa ni evidencia de daño a órganos. Se resuelve normalmente después del parto, aunque algunas mujeres pueden desarrollar hipertensión crónica posteriormente.


  5. Preeclampsia:

    • Es un trastorno multisistémico caracterizado por la aparición de hipertensión después de las 20 semanas de gestación, acompañado de proteinuria o daño a órganos como los riñones, el hígado, el cerebro o el sistema hematológico. La preeclampsia puede progresar a eclampsia si no se trata adecuadamente.


  6. HELLP:

    • Un subtipo severo de preeclampsia que afecta principalmente el hígado y el sistema sanguíneo, caracterizado por hemólisis, elevación de enzimas hepáticas y bajo recuento de plaquetas.


  7. Eclampsia:

    • Es la aparición de convulsiones en mujeres con preeclampsia, lo que indica una emergencia médica que pone en riesgo la vida de la madre y del feto.


 
 
 

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