Fenómeno de Raynaud
- EmergenciasUNO
- 24 ago 2024
- 4 Min. de lectura
MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo del Fenómeno de Raynaud
Medidas conservadoras:
Mantener el cuerpo caliente: Para prevenir ataques, es importante evitar la exposición al frío y los cambios bruscos de temperatura. Se recomienda el uso de guantes, calcetines, calzado cálido y ropa abrigadora. Dispositivos como calentadores de manos y pies también pueden ser útiles.
Evitar el tabaco: Fumar empeora los síntomas del fenómeno de Raynaud al inducir vasoconstricción.
Control del estrés: Se debe intentar reducir el estrés, ya que puede ser un desencadenante de los episodios.
Ejercicio regular: Mantenerse activo mejora la circulación sanguínea y puede reducir la frecuencia de los episodios.
Asesoramiento al paciente: Es fundamental proporcionar información sobre el fenómeno de Raynaud, los cuidados necesarios y recursos disponibles (como los ofrecidos por Scleroderma y Raynaud’s UK o NHS Choices Raynaud’s).
Tratamiento farmacológico:
Si las medidas conservadoras no logran controlar los síntomas o estos interfieren significativamente en la calidad de vida, se puede considerar el uso de nifedipina:
Nifedipina: Se utiliza para prevenir los episodios vasoespásticos. Se puede iniciar con una dosis de 5 mg tres veces al día, ajustando hasta un máximo de 20 mg tres veces al día según la respuesta. Otra opción es la nifedipina de liberación modificada (10 mg una vez al día, ajustando hasta 60 mg al día).
Efectos secundarios: Hasta un 75% de los pacientes pueden experimentar efectos secundarios como edema, palpitaciones, cefalea, enrojecimiento y mareos. Si la nifedipina no es bien tolerada, se puede considerar el uso de otro bloqueador de canales de calcio como amlodipina.
En algunos casos, el uso de nifedipina puede ser intermitente, como durante el invierno o antes de realizar actividades al aire libre en condiciones de frío.
Se debe considerar interrumpir el tratamiento periódicamente en pacientes con Raynaud primario, ya que algunos pueden entrar en remisión.
Referencias:
Urgencia: Si existe isquemia grave en uno o más dedos, es necesario gestionar una admisión inmediata.
Derivación a reumatología: Se recomienda referir a personas con sospecha de Raynaud secundario (por ejemplo, en pacientes con enfermedades del tejido conectivo), y a niños menores de 12 años que presenten el fenómeno de Raynaud.
También se debe considerar la derivación si los síntomas son graves, empeoran o no responden al tratamiento conservador.
Diagnóstico
El diagnóstico del fenómeno de Raynaud se realiza principalmente a partir de la historia clínica y el examen físico. La presencia de cambios de color en los dedos desencadenados por el frío o el estrés emocional es clave para el diagnóstico.
Historia clínica:
Cambios en el color de los dedos: Se debe preguntar al paciente si experimenta palidez seguida de cianosis o eritema. Estos cambios suelen comenzar en la punta de los dedos y avanzar hacia abajo.
Síntomas adicionales: Los pacientes pueden experimentar entumecimiento, hormigueo o dolor en las zonas afectadas.
Factores desencadenantes: El frío y el estrés emocional son los principales desencadenantes.
Frecuencia y severidad: Se debe indagar sobre la frecuencia de los episodios y si estos están asociados con complicaciones, como ulceraciones.
Antecedentes médicos y familiares: Es importante evaluar si existe una historia familiar de Raynaud o de trastornos del tejido conectivo, y revisar el uso de medicamentos que puedan empeorar los síntomas, como los betabloqueadores.
Historia ocupacional: Algunos pacientes pueden estar expuestos a factores ocupacionales que agravan los síntomas, como la vibración de las manos (síndrome de vibración mano-brazo).
Examen físico:
Piel y uñas: Se deben buscar signos de isquemia digital, como ulceraciones o gangrena, y observar características que sugieran enfermedades subyacentes, como esclerodactilia en la esclerosis sistémica.
Capilaroscopia: La evaluación de los capilares del lecho ungueal con un dermatoscopio puede revelar alteraciones indicativas de enfermedades del tejido conectivo.
Pulsos periféricos: Verificar la presencia de pulsos en ambas extremidades superiores para descartar causas vasculares de los síntomas.
Pruebas complementarias:
Analítica de sangre: Se recomienda realizar pruebas como hemograma completo, velocidad de sedimentación globular (VSG) y anticuerpos antinucleares (ANA), especialmente si se sospecha Raynaud secundario.
Investigaciones adicionales: Dependiendo de la sospecha clínica, se pueden solicitar pruebas específicas para detectar enfermedades subyacentes, como pruebas inmunológicas para esclerosis sistémica o lupus.
Diagnóstico Diferencial
El fenómeno de Raynaud comparte características con varias condiciones que afectan la circulación periférica. Entre los diagnósticos diferenciales se incluyen:
Perionixis (sabañones): Inflamación dolorosa y eritematosa de los dedos después de la exposición al frío.
Acrocianosis: Cianosis persistente de las manos o pies que empeora con el frío.
Eritromelalgia: Enrojecimiento y dolor en las manos o pies debido a una dilatación vascular paroxística.
Vasculitis: Inflamación de los vasos sanguíneos que puede causar isquemia digital.
Oclusión vascular: Condiciones como embolias o trombosis que afectan el flujo sanguíneo en las extremidades.
Definición
El fenómeno de Raynaud es un trastorno vasoespástico caracterizado por episodios de constricción de las arterias y arteriolas, generalmente en los dedos, lo que provoca cambios en el color de la piel.
Estos episodios suelen desencadenarse por el frío o el estrés emocional y se manifiestan como una secuencia de tres fases: palidez (por la reducción del flujo sanguíneo), seguida de cianosis (por la desoxigenación de la sangre) y, finalmente, rubor (por la hiperemia reactiva).
El fenómeno de Raynaud se clasifica en dos tipos:
Raynaud primario (idiopático): Ocurre sin una causa subyacente aparente. Representa el 80-90% de los casos.
Raynaud secundario: Se asocia con enfermedades subyacentes, como los trastornos del tejido conectivo (por ejemplo, esclerosis sistémica o lupus eritematoso sistémico). Este tipo suele ser más grave y puede llevar a complicaciones como isquemia digital, ulceración o necrosis.
Comments