MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de el Estrabismo en niños
El manejo del estrabismo en niños incluye una serie de estrategias para corregir la alineación de los ojos, mejorar la agudeza visual y prevenir complicaciones como la ambliopía (ojo vago). El enfoque del tratamiento depende del tipo y la causa del estrabismo, y puede incluir:
Derivación a oftalmología pediátrica:Todos los niños con sospecha o diagnóstico de estrabismo deben ser derivados al servicio de oftalmología pediátrica. La derivación debe ser urgente si se sospecha de una causa grave (como un tumor cerebral). La intervención temprana es clave para evitar o minimizar la ambliopía y corregir el estrabismo.
Gafas correctivas:Muchos niños con estrabismo, especialmente aquellos con esotropía acomodativa, pueden beneficiarse de gafas para corregir errores de refracción, como la hipermetropía. Las gafas ayudan a alinear los ojos al reducir el esfuerzo necesario para enfocar objetos. Se requiere un seguimiento anual para ajustar la prescripción.
Terapia de oclusión:En casos de ambliopía, se utiliza un parche ocular en el ojo sano para forzar el uso del ojo afectado, estimulando así su desarrollo visual. Esta terapia puede requerir varias horas diarias dependiendo de la gravedad de la ambliopía y la edad del niño.
Penalización con atropina:Si la oclusión con parche no es efectiva o no es tolerada, se puede emplear atropina en el ojo sano para desenfocar su visión y obligar al uso del ojo ambliopizado. Las gotas de atropina se suelen aplicar de 2 a 3 veces por semana.
Cirugía:Si el estrabismo persiste o no puede corregirse con gafas o terapias, se puede considerar la cirugía. La intervención quirúrgica ajusta la longitud o la posición de los músculos extraoculares para realinear los ojos. Dependiendo del caso, puede ser necesario operar en uno o ambos ojos, y algunas veces se requieren múltiples cirugías para lograr una alineación adecuada.
Inyección de toxina botulínica:En algunos casos, especialmente en niños con estrabismo que no responden bien a otras intervenciones, se puede inyectar toxina botulínica para paralizar temporalmente los músculos extraoculares, ayudando a corregir la desviación ocular. Los efectos son temporales, pero en algunos casos pueden mejorar la alineación ocular.
Diagnóstico
El diagnóstico del estrabismo en niños implica una evaluación cuidadosa que incluye la historia clínica y diversas pruebas visuales para confirmar la presencia de una desviación ocular. Los principales pasos son:
Evaluación ocular:Se debe realizar una inspección visual general de los ojos del niño, observando la simetría en la posición ocular y cualquier anomalía, como ptosis (caída del párpado) o nistagmo (movimientos involuntarios de los ojos). También se debe verificar el movimiento completo de los ojos en todas las direcciones para identificar posibles limitaciones.
Prueba del reflejo corneal (prueba de Hirschberg):El niño fija su mirada en una luz, como una linterna, a unos 50 cm de distancia. Se observa el reflejo de la luz en las córneas de ambos ojos. Un reflejo asimétrico sugiere la presencia de estrabismo.
Prueba de la cubierta:Se cubre uno de los ojos mientras el niño mira un objeto cercano. Si el ojo descubierto se mueve para fijar la vista en el objeto, se confirma la presencia de un estrabismo manifiesto.
Prueba de cubrir-descubrir:Similar a la prueba de la cubierta, pero en este caso se cubre un ojo por unos segundos y luego se descubre rápidamente para observar si el ojo realiza algún movimiento correctivo. Esta prueba ayuda a detectar un estrabismo latente.
Evaluación de los movimientos oculares:Se evalúa la capacidad de los ojos para moverse en todas las direcciones. Si se encuentra limitación en los movimientos, especialmente en casos de esotropía (desviación hacia adentro), es importante evaluar si el ojo se mueve de forma independiente cuando el otro está cubierto.
Evaluación clínica general:Incluye la observación del reflejo rojo para descartar la leucocoria (reflejo blanco en la pupila), que puede indicar condiciones graves como el retinoblastoma. Además, se busca la presencia de posturas anormales de la cabeza, que pueden estar asociadas con ciertos tipos de estrabismo. Si se detectan signos neurológicos anormales, como la diplopía (visión doble), el niño debe ser derivado de forma urgente para un mayor análisis.
Diagnóstico Diferencial
El estrabismo en niños puede confundirse con otras condiciones o puede estar asociado a enfermedades subyacentes. Entre los diagnósticos diferenciales se incluyen:
Pseudoestrabismo:Apariencia de estrabismo sin una desviación real de los ojos, común en niños con pliegues epicánticos prominentes o una base nasal ancha.
Parálisis de nervios craneales:La afectación de los nervios que controlan los músculos extraoculares (como el nervio abducens o el nervio troclear) puede causar estrabismo con movimientos oculares limitados.
Errores refractivos no corregidos:La hipermetropía no tratada puede causar un estrabismo acomodativo, que se corrige al mejorar la agudeza visual con gafas.
Retinoblastoma:Un tumor ocular maligno que puede presentarse con estrabismo, especialmente en niños pequeños.
Condiciones neurodesarrollamentales:Trastornos como el síndrome de Down o la parálisis cerebral pueden asociarse con la aparición de estrabismo.
Definición
El estrabismo es una desalineación de los ejes visuales en la que los ojos no apuntan hacia el mismo objeto simultáneamente. Un ojo puede desviarse hacia adentro (esotropía), hacia afuera (exotropía), hacia arriba (hipertropía) o hacia abajo (hipotropía), mientras el otro permanece fijado en el objeto.
La desviación puede ser constante o intermitente. Aproximadamente el 2-3% de los niños desarrollan algún tipo de estrabismo durante su crecimiento. Las causas más comunes incluyen errores refractivos, alteraciones neuromusculares y condiciones neurodesarrollamentales. Sin tratamiento, el estrabismo puede llevar a complicaciones graves como la ambliopía, la pérdida de la visión binocular y problemas psicosociales.
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