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Esclerosis múltiple


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Esclerosis múltiple


El manejo de la esclerosis múltiple (EM) es complejo y requiere una intervención multidisciplinaria para controlar los síntomas, retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Las opciones de tratamiento incluyen terapias modificadoras de la enfermedad, manejo de recaídas, y atención a las complicaciones derivadas de la condición.


  1. Tratamiento modificador de la enfermedad (TME):


    • Los fármacos modificadores de la enfermedad (FME) son el pilar del tratamiento para reducir la frecuencia y gravedad de las recaídas en la esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR) y retrasar la acumulación de discapacidad. Entre los fármacos más comunes se incluyen:


      • Interferón beta.

      • Acetato de glatirámero.

      • Natalizumab.

      • Fingolimod.

      • Ocrelizumab.


    • En el caso de la esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP) y la esclerosis múltiple secundaria progresiva (EMSP), el tratamiento es más limitado, pero fármacos como ocrelizumab pueden ayudar a frenar la progresión.


  2. Tratamiento de las recaídas:


    • Las recaídas pueden tratarse con corticosteroides para reducir la inflamación y acortar la duración del brote. El tratamiento estándar es:


      • Metilprednisolona 0.5 g por día, durante 5 días.


    • Es importante descartar infecciones, ya que éstas pueden desencadenar síntomas que se confunden con una recaída.


  3. Manejo de síntomas y complicaciones:


    • Fatiga: Afecta a más del 80% de las personas con EM. Se puede gestionar con técnicas de ahorro de energía, ejercicio moderado, y en algunos casos fármacos como amantadina o modafinil.


    • Espasticidad: Los medicamentos como baclofeno o gabapentina pueden ser útiles para aliviar la rigidez muscular.


    • Problemas visuales: La neuritis óptica suele mejorar por sí sola, pero los corticoides pueden acelerar la recuperación en algunos casos.


    • Problemas de movilidad: El ejercicio supervisado, el uso de dispositivos de ayuda y la fisioterapia son fundamentales para mantener la movilidad y la independencia.


  4. Atención multidisciplinaria:


    • La atención debe estar a cargo de un equipo que incluya neurólogos, enfermeras especializadas en EM, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y psicólogos.


    • Las enfermeras especializadas en EM juegan un papel crucial como enlace entre la atención primaria, secundaria y los servicios comunitarios, brindando soporte en el manejo de recaídas y complicaciones.


  5. Revisiones regulares:


    • Todos los pacientes deben someterse a una revisión anual integral que incluye el ajuste de tratamientos, evaluación de síntomas y manejo de complicaciones.


Diagnóstico


El diagnóstico de la esclerosis múltiple debe ser realizado por un neurólogo, quien basará su evaluación en los criterios de McDonald, que requieren evidencia de lesiones desmielinizantes en diferentes momentos y ubicaciones en el sistema nervioso central (SNC).


  1. Presentación clínica inicial:


    • Los síntomas varían ampliamente y pueden afectar diversas partes del SNC. Entre las presentaciones más comunes se encuentran:


      • Neuritis óptica: Pérdida visual dolorosa en un ojo, que es la primera manifestación en el 20-30% de los casos.

      • Mielitis transversa: Inflamación focal de la médula espinal, que provoca debilidad y pérdida sensorial.

      • Síntomas cerebelosos: Dificultad para coordinar movimientos, ataxia, y vértigo.

      • Síndrome del tronco cerebral: Problemas con los movimientos oculares, disartria y disfagia.


  2. Pruebas diagnósticas:


    • Resonancia magnética (RM): Es la prueba de elección para identificar áreas de desmielinización en el cerebro y la médula espinal.


    • Análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR): Puede mostrar bandas oligoclonales, lo que indica inflamación crónica en el SNC.


    • Potenciales evocados: Evaluación de la respuesta nerviosa en el SNC para detectar disfunciones.


Diagnóstico diferencial


La esclerosis múltiple puede confundirse con varias otras enfermedades. Es esencial considerar diagnósticos diferenciales como:


  1. Neuromielitis óptica: Un trastorno que afecta los nervios ópticos y la médula espinal, similar a la EM pero con características clínicas y de tratamiento distintas.


  2. Deficiencia de vitamina B12: Provoca síntomas neurológicos similares, como debilidad, fatiga y problemas de equilibrio.


  3. Lupus eritematoso sistémico (LES): Puede imitar a la EM, especialmente cuando hay afectación del sistema nervioso central.


  4. Infecciones crónicas: Como la enfermedad de Lyme o la sífilis terciaria, que pueden causar síntomas neurológicos y se deben descartar.


Definición


La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta el sistema nervioso central (SNC), caracterizada por la desmielinización (pérdida de mielina) de los nervios. Esto provoca disfunción en la transmisión de los impulsos nerviosos, lo que lleva a síntomas neurológicos variados.


La EM afecta principalmente a adultos jóvenes y es la causa no traumática más común de discapacidad neurológica en personas menores de 40 años.

Existen tres formas principales de la enfermedad:


  1. Esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR): La forma más común, caracterizada por recaídas y remisiones.


  2. Esclerosis múltiple secundaria progresiva (EMSP): Progresión gradual de la enfermedad, donde las recaídas se hacen menos frecuentes y finalmente cesan.


  3. Esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP): Progresión constante de los síntomas desde el inicio, sin periodos de remisión.


La causa exacta de la EM es desconocida, pero se cree que involucra una combinación de factores genéticos y ambientales que desencadenan una respuesta autoinmune anormal que ataca la mielina en el SNC.

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