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Dolor lumbar bajo (sin radiculopatía)

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo del Dolor lumbar bajo (sin radiculopatía)


  1. Derivación urgente o ingreso hospitalario:


    • Se debe organizar una derivación urgente o ingreso hospitalario si existen signos de alarma que sugieran una patología grave subyacente, como el síndrome de cauda equina, fractura vertebral, cáncer, o infección espinal.

      • Estos signos incluyen: pérdida de control de esfínteres, dolor radicular bilateral, debilidad muscular progresiva, o pérdida sensorial en la región perineal.


    • Si se sospecha otra causa subyacente no relacionada con el dolor lumbar inespecífico, como una fractura por osteoporosis o cáncer metastásico, se debe referir a un especialista según el criterio clínico.


  2. Autocuidado y educación:


    • Reasegurar al paciente que el dolor lumbar inespecífico generalmente no tiene una causa grave y la mayoría de las personas mejoran en unas semanas.


    • Se debe fomentar el movimiento y aconsejar al paciente continuar con sus actividades diarias regulares, evitando el reposo prolongado en cama.

      • Se debe advertir que, aunque algunas actividades pueden causar dolor, no son dañinas si se reintroducen de forma gradual.


    • El uso de calor local (como una almohadilla térmica) puede ser útil para aliviar el malestar.


  3. Tratamiento farmacológico:


    • Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno son el tratamiento de primera línea para el alivio del dolor en pacientes sin contraindicaciones.


      • Considerar el uso de un tratamiento gastroprotector en aquellos con factores de riesgo de complicaciones gástricas.


    • Si los AINEs están contraindicados o no son tolerados, se puede considerar el uso de codeína con o sin paracetamol, teniendo en cuenta los riesgos de dependencia a opioides.


      • No se recomienda el uso de benzodiazepinas para espasmos musculares ni opioides en casos de dolor lumbar crónico debido a su perfil de riesgo.


  4. Intervenciones no farmacológicas:


    • En personas con factores de riesgo para una recuperación prolongada o complicada, se debe considerar la derivación a programas de ejercicio, terapia manual (como manipulación espinal o masajes), o terapia cognitivo-conductual (TCC), que han demostrado ser eficaces en el manejo de casos crónicos.


    • Fisioterapia: Puede ofrecerse como parte de un tratamiento combinado con ejercicio y, en casos seleccionados, con apoyo psicológico.


  5. Evaluación ocupacional:


    • En aquellos con dolor lumbar relacionado con el trabajo, puede ser necesario realizar una evaluación ocupacional para facilitar el retorno a las actividades laborales, incluyendo ajustes en el lugar de trabajo.


  6. Revisión y seguimiento:


    • Si los síntomas persisten o empeoran después de 3-4 semanas a pesar del tratamiento inicial, se debe realizar una nueva evaluación para descartar causas subyacentes y considerar una revisión de las estrategias de autocuidado.


      • Si los síntomas persisten y se sospecha de dolor lumbar crónico, se debe considerar una derivación a un especialista en dolor o a una clínica de columna vertebral para opciones de tratamiento avanzadas, como la denervación por radiofrecuencia en casos seleccionados.


Diagnóstico


  1. Historia clínica:


    • Preguntar sobre el inicio, tipo, localización y patrón del dolor, cualquier irradiación del dolor, la duración de los síntomas, factores que agravan o alivian el dolor, episodios previos de dolor, y cualquier síntoma asociado (como rigidez matutina, espasmos musculares, pérdida de peso o cambios en la sensibilidad).


      • El dolor lumbar inespecífico generalmente varía según la postura y el tiempo, y suele empeorar con el movimiento.


    • Evaluar la presencia de síntomas de alarma como cauda equina, fracturas, cáncer o infección.


    • Determinar el impacto del dolor en la vida diaria, el trabajo, los estudios y el bienestar psicológico.


    • Investigar factores de riesgo para el desarrollo de un dolor crónico, como obesidad, inactividad física o antecedentes de episodios previos de dolor lumbar.


  2. Examen físico:


    • Evaluar la marcha, postura y la columna vertebral en busca de deformidades, sensibilidad localizada, y disminución del rango de movimiento.


    • Realizar un examen neurológico para identificar déficits, como debilidad muscular, alteración de los reflejos o pérdida sensorial en los miembros inferiores.


    • Si no se sospecha una causa específica, utilizar una herramienta de estratificación de riesgos como la Keele STarT Back para identificar factores de riesgo para una recuperación prolongada o complicada.


  3. Signos de alarma (red flags):


    • Se debe sospechar una patología grave si el paciente presenta síntomas como:


      • Cauda equina: pérdida de control de esfínteres, anestesia en silla de montar, retención urinaria.

      • Fractura vertebral: dolor súbito en la columna, antecedente de trauma.

      • Cáncer: dolor nocturno persistente, pérdida de peso inexplicada, antecedentes de cáncer.

      • Infección espinal: fiebre, antecedentes de infección reciente o uso de drogas intravenosas.


Diagnóstico Diferencial


Existen varias condiciones que pueden presentarse con dolor lumbar bajo y deben considerarse como diagnósticos diferenciales:


  • Ciática (radiculopatía lumbar).

  • Estenosis espinal.

  • Sacroileítis asociada con espondilitis anquilosante.

  • Aneurisma de la aorta abdominal.

  • Osteoartritis de la columna vertebral o la cadera.

  • Síndrome del piriforme (compresión del nervio ciático por el músculo piriforme).

  • Polimialgia reumática.


Definición


El dolor lumbar bajo se refiere a la sensación dolorosa localizada en la región lumbosacra, entre las costillas 12 y la cresta ilíaca, y puede irradiarse hacia las nalgas o los pliegues glúteos. El término “dolor lumbar inespecífico” describe el dolor que no puede atribuirse a una causa específica y también se conoce como dolor “mecánico”, “musculoesquelético” o “simple” en la literatura médica.


  • El dolor lumbar agudo se define como aquel que dura menos de 3 meses.

  • El dolor lumbar crónico persiste por 3 meses o más.


Es una condición común en la población general y afecta a un gran porcentaje de personas en algún momento de su vida.

 
 
 

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