MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo del Dolor de cuello - Dolor no específico
El manejo del dolor de cuello no específico incluye una combinación de tratamiento farmacológico, modificaciones en el estilo de vida, fisioterapia y manejo del dolor en casos crónicos. En la mayoría de los casos, este dolor es de origen mecánico o postural y se resuelve espontáneamente con el tiempo.
Reaseguramiento:
Es fundamental tranquilizar al paciente, explicando que este tipo de dolor suele ser benigno y se resuelve en unas pocas semanas.
Proveer información sobre la evolución natural del dolor no específico, que suele mejorar con el tiempo, y subrayar la importancia de mantenerse activo.
Educación y consejos sobre el estilo de vida:
Mantenerse activo: Es esencial que los pacientes continúen con sus actividades cotidianas y laborales lo antes posible. El reposo prolongado puede empeorar el cuadro.
Postura correcta: Enseñar la importancia de mantener una postura adecuada tanto en el trabajo como en casa. El uso de sillas ergonómicas y el ajuste adecuado del monitor de la computadora puede ser útil.
Almohadas: Se recomienda dormir con una almohada firme y baja para mantener el cuello en una posición neutra.
Evitar el uso de collarines suaves: Los collarines pueden limitar el movimiento y prolongar los síntomas, por lo que no se recomiendan en el manejo de este tipo de dolor.
Ejercicio y actividad física: Se recomienda incluir actividades físicas suaves como estiramientos, yoga, Pilates o Tai Chi para mantener la movilidad y fortalecer la musculatura del cuello.
Aplicación de calor o frío: En algunos casos, el uso de compresas calientes o frías puede ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Tratamiento farmacológico:
Analgésicos orales: El uso de paracetamol, ibuprofeno o, si es necesario, codeína puede ayudar a manejar el dolor. La elección del medicamento dependerá de la gravedad del dolor, las preferencias del paciente y la tolerancia a los efectos secundarios.
AINEs tópicos: Los antiinflamatorios aplicados de manera tópica pueden ser útiles en el alivio del dolor localizado.
Fisioterapia:
Derivar a fisioterapia para la implementación de un tratamiento multimodal que incluya ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del cuello, así como terapia manual si es necesario.
La fisioterapia puede mejorar el rango de movimiento y reducir el dolor a través de un enfoque activo de rehabilitación.
Intervención psicológica:
Si existen factores de estrés psicológico, ansiedad o depresión asociados con el dolor de cuello, se debe considerar la intervención psicológica.
El manejo del dolor crónico se beneficia del apoyo emocional y la terapia cognitivo-conductual en algunos casos.
Derivación a salud ocupacional:
Si el dolor está relacionado con el trabajo, como en personas que desempeñan actividades laborales con posturas inadecuadas o esfuerzos repetitivos, se debe considerar la derivación a un especialista en salud ocupacional para ajustes ergonómicos.
Manejo del dolor crónico:
Para los pacientes que no mejoran tras 12 semanas de tratamiento en atención primaria, se puede considerar la derivación a una clínica del dolor para terapias más especializadas, que incluyen técnicas intervencionistas o el uso de medicamentos para el dolor neuropático.
Diagnóstico
El diagnóstico del dolor de cuello no específico es clínico, basado en la historia y el examen físico. No se requiere habitualmente de estudios complementarios como imágenes o pruebas de laboratorio, a menos que existan signos de alarma que sugieran una patología más grave.
Historia clínica:
Inicio del dolor: Establecer si el dolor es agudo, crónico o recurrente, y determinar si el inicio está relacionado con un trauma o actividad específica.
Características del dolor: Investigar la naturaleza del dolor (punzante, sordo), la localización y si el dolor se irradia a otras áreas como los brazos, los hombros o la cabeza.
Factores desencadenantes y alivio: Preguntar si el dolor empeora con ciertos movimientos o posturas y si se alivia con reposo o analgésicos.
Historial ocupacional: Identificar actividades laborales que impliquen posturas prolongadas o movimientos repetitivos.
Antecedentes médicos: Preguntar por antecedentes de enfermedades reumáticas, traumatismos, infecciones recientes, o cáncer. Si el paciente tiene antecedentes de cáncer, se debe asumir inicialmente que el dolor está relacionado con esta condición hasta que se descarte.
Examen físico:
Movilidad del cuello: Evaluar el rango de movimiento del cuello, buscando asimetrías o limitaciones.
Palpación: Palpar la columna cervical y las áreas circundantes para identificar puntos sensibles o espasmos musculares.
Examen neurológico: Evaluar la fuerza muscular, reflejos y sensibilidad en los brazos y las piernas, para descartar radiculopatía o mielopatía cervical.
Signos de alarma:
Presencia de fiebre, pérdida de peso inexplicada, dolor nocturno persistente, o rigidez generalizada en el cuello.
Síntomas neurológicos, como debilidad, alteraciones sensoriales o pérdida de control de esfínteres, lo que puede indicar una compresión medular.
Historia de traumatismo violento, como accidentes de tráfico o caídas desde alturas, que podrían sugerir fracturas.
Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial del dolor de cuello es amplio y abarca desde trastornos mecánicos hasta afecciones sistémicas graves. Algunas causas incluyen:
Trastornos musculoesqueléticos:
Prolapso de disco cervical: Causa común de dolor irradiado hacia los brazos con síntomas neurológicos.
Tortícolis aguda: Espasmo muscular doloroso del cuello sin una causa subyacente clara.
Osteoartritis cervical: Degeneración de las articulaciones cervicales, que puede causar dolor crónico.
Infecciones:
Meningitis: Puede causar rigidez en el cuello, fiebre, y alteraciones neurológicas.
Osteomielitis: Infección ósea que afecta las vértebras cervicales.
Neoplasias:
El dolor de cuello en pacientes con antecedentes de cáncer debe ser evaluado para descartar metástasis cervicales.
Traumatismos:
Lesiones por latigazo cervical: Dolor que sigue a un mecanismo de hiperextensión e hiperflexión brusca del cuello.
Definición
El dolor de cuello no específico se refiere al dolor o malestar en la región cervical y/o en la cintura escapular, con o sin irradiación hacia los brazos, sin una causa clara identificable. En la mayoría de los casos, está relacionado con factores mecánicos, posturales o psicológicos.
Excluye las causas graves como fracturas, infecciones, neoplasias o patologías sistémicas. Puede ser agudo o crónico si persiste por más de tres meses, y los síntomas tienden a fluctuar en relación con la actividad física.
Comments