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Depresión Antenatal y Postnatal


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Depresión Antenatal y Postnatal


El manejo de la depresión antenatal y postnatal requiere una evaluación cuidadosa de la gravedad de los síntomas y un enfoque centrado en la madre y el bebé. La intervención debe incluir tanto tratamientos no farmacológicos como farmacológicos, según la situación individual.


  1. Tratamiento psicológico:


    • El manejo primario de la depresión leve a moderada incluye tratamientos psicológicos, como la terapia cognitivo-conductual (TCC). Para los casos más graves, se debe considerar:


      • Observación activa (watchful waiting) para depresión leve, en la que se monitorea a la mujer sin intervención inmediata.


      • Intervenciones de alta intensidad, como la TCC o la terapia interpersonal, en depresión moderada a grave. Se espera que las mujeres sean evaluadas en un plazo de 2 semanas desde la derivación y reciban tratamiento en un mes.


    • Las mujeres con depresión grave deben ser derivadas a un equipo especializado en salud mental perinatal, cuando esté disponible, para una evaluación urgente y tratamiento adecuado.


  2. Tratamiento farmacológico:


    • Antidepresivos: El tratamiento farmacológico debe considerarse cuidadosamente, teniendo en cuenta el riesgo de recaída materna si el tratamiento es suspendido, así como los posibles efectos sobre el feto o el lactante.


    • Uso en el embarazo:


      • Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como sertralina y paroxetina, se consideran seguros y bien documentados para su uso durante el embarazo si están clínicamente indicados.


      • Las mujeres que están en tratamiento y se quedan embarazadas deben ser evaluadas para decidir si continuar, cambiar o ajustar la medicación. El tratamiento no debe suspenderse abruptamente para evitar el riesgo de recaída de la depresión.


      • Se puede recurrir al servicio especializado en teratología del Reino Unido (UKTIS) para obtener orientación sobre el uso de medicamentos en el embarazo.


    • Uso en la lactancia:


      • Sertralina y paroxetina son los ISRS preferidos durante la lactancia debido a su menor transferencia a la leche materna. En cuanto a los antidepresivos tricíclicos (ATC), imipramina y nortriptilina son opciones preferidas, mientras que doxepina debe evitarse.


      • Es importante monitorear al bebé para detectar signos de efectos adversos, como sedación o problemas en la alimentación, especialmente si el bebé es prematuro o tiene problemas de salud.


  3. Monitoreo y seguimiento:


    • Durante el embarazo y el período postnatal, se debe hacer un seguimiento regular de las mujeres con depresión para evaluar el bienestar emocional, los síntomas y el impacto en la capacidad de cuidar al bebé.


    • Si existe riesgo de autolesión o suicidio, se debe ofrecer un apoyo intensivo y asegurar una derivación inmediata a los servicios de salud mental.


Diagnóstico


El diagnóstico de la depresión antenatal y postnatal debe seguir los mismos criterios que en otros momentos de la vida, pero es importante tener en cuenta los cambios emocionales normales durante el embarazo y el postparto, que pueden hacer que el diagnóstico sea más desafiante.


  1. Detección:


    • En la primera consulta prenatal, en la visita de booking y en el período postnatal, se debe evaluar el bienestar mental de la mujer. Se recomienda realizar preguntas de cribado para identificar posibles casos de depresión:


      • “En el último mes, ¿se ha sentido deprimida, triste o desesperanzada?”


      • “En el último mes, ¿ha perdido interés o placer en las cosas que solía disfrutar?”


    • Postnatalmente, es importante preguntar sobre el estado emocional de la mujer, verificando si los síntomas del baby blues (como el llanto fácil o la ansiedad) han desaparecido después de 10 a 14 días del parto.


  2. Evaluación:


    • Si se sospecha depresión, se puede utilizar la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EPDS) o el Cuestionario de Salud del Paciente (PHQ-9) para evaluar la gravedad de los síntomas.


    • Además, se debe indagar sobre antecedentes de problemas de salud mental, tanto personales como familiares, y factores sociales o de relación que puedan estar contribuyendo a los síntomas actuales. Las preguntas pueden abordar:


      • Actitud hacia el embarazo.

      • Relación con el bebé en caso de depresión postnatal.

      • Bienestar físico y posibles problemas de salud.

      • Factores sociales, como la calidad de las relaciones interpersonales, violencia doméstica o abuso.

      • Historia de abuso de sustancias o alcohol.


  3. Diagnóstico:


    • El diagnóstico debe basarse en los criterios establecidos en el DSM-5 y la CIE-10, que identifican síntomas como:


      • Estado de ánimo bajo persistente, irritabilidad y falta de disfrute en las actividades cotidianas.

      • Sentimientos de inutilidad o culpa.

      • Dificultades para concentrarse o tomar decisiones.

      • Síntomas de ansiedad, como preocupación excesiva por el bebé o insomnio, incluso cuando el bebé duerme.


Diagnóstico Diferencial


  1. Baby blues:


    • Es una condición leve y de corta duración que ocurre en los primeros días después del parto, afectando entre el 30% y el 80% de las mujeres. Los síntomas incluyen fatiga, insomnio, irritabilidad y cambios rápidos de humor. Generalmente, no se requiere tratamiento específico más allá del apoyo emocional.


  2. Psicosis postparto:


    • Es una emergencia psiquiátrica que requiere intervención inmediata. Se presenta en 1 a 2 de cada 1000 mujeres dentro de las primeras dos semanas postparto, con síntomas que incluyen alucinaciones, delirios y cambios graves de comportamiento.


  3. Trastorno bipolar:


    • Es importante diferenciar entre la depresión perinatal y el trastorno bipolar, ya que este último puede manifestarse principalmente como depresión, pero con antecedentes de episodios maníacos o hipomaníacos.


  4. Otros diagnósticos diferenciales:


    • Trastorno de ansiedad generalizada.

    • Trastorno obsesivo-compulsivo.

    • Trastorno de estrés postraumático.

    • Trastornos físicos, como anemia o hipotiroidismo, que pueden imitar síntomas depresivos.


Definición


La depresión antenatal y postnatal es un trastorno de salud mental que puede desarrollarse durante el embarazo o en el primer año después del parto. Se caracteriza por la pérdida de interés o placer en las actividades cotidianas, estado de ánimo bajo y una variedad de síntomas emocionales, físicos y conductuales adicionales.


Es crucial distinguir la depresión de otros cambios emocionales normales relacionados con el embarazo, como los baby blues.

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