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Conductas Desafiantes en Niños Pequeños y en Edad Preescolar

INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA


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Este contenido tiene fines informativos y no sustituye la consulta con su médico o profesional de salud. No incentivamos por ninguna razón la automedicación. Se ha realizado un esfuerzo para asegurar que la información sea precisa, actualizada y clara. www.emergencias.org.es no se responsabiliza por errores, omisiones o los resultados de tratamientos descritos. Las publicaciones informativas se actualizan regularmente, por lo que se recomienda asegurarse de tener la versión más reciente.


Durante los primeros años de vida, es normal que los niños pasen por muchas emociones y las expresen de diversas maneras. Los berrinches, la desobediencia y las reacciones intensas forman parte del desarrollo social y emocional. Aunque pueden ser agotadores para las familias, estas conductas son comunes en la infancia temprana.


El papel de madres, padres y cuidadores es fundamental para acompañar al niño en este proceso, brindando apoyo y contención mientras aprende a reconocer, expresar y manejar sus emociones. Guiar con cariño, establecer límites claros y reforzar conductas positivas son herramientas clave para fomentar un comportamiento adecuado.


Signos y síntomas de conductas desafiantes


Cada familia tiene distintas expectativas sobre lo que considera aceptable. Algunas conductas comunes que suelen generar preocupación en esta etapa son:


  • Desobediencia (por ejemplo, negarse a seguir indicaciones)


  • Selectividad o terquedad (como negarse a comer ciertos alimentos o a usar determinada ropa)


  • Conductas agresivas (morder, golpear, patear)


  • Ira intensa o rabietas cuando no obtiene lo que quiere


  • Berrinches frecuentes o explosivos


¿Qué causa las conductas desafiantes?


Muchas veces, estas conductas se deben a que el niño aún no ha desarrollado las habilidades sociales y emocionales necesarias. También pueden reflejar ansiedad, enojo o sobrecarga emocional, cuando el niño no logra procesar lo que siente.


Además, algunos niños buscan atención mediante el mal comportamiento, ya que incluso la atención negativa puede parecer mejor que no recibir ninguna. Otros factores que pueden influir son:


  • Enfermedad o malestar físico


  • Falta de sueño o cansancio


  • Exceso de tiempo frente a pantallas


  • Mala alimentación o sensación de hambre


  • Cambios en la rutina o en la situación familiar


Si el comportamiento desafiante es persistente o muy intenso, podría indicar un problema de salud, desarrollo o bienestar emocional. En esos casos, es importante consultar con el pediatra o médico de cabecera.


Cómo manejar las conductas desafiantes


Establecer normas claras


Los niños necesitan saber qué se espera de ellos. Las reglas deben ser simples y breves (por ejemplo: “No se lastima a los demás”), y es importante indicar qué conducta  se desea (“Sé amable con tu hermanito”).


Estrategias para desalentar conductas negativas:


  • Ignorar conductas menores que solo buscan atención (por ejemplo, berrinches sin riesgo): no responder hasta que el niño se calme.


  • Distraer con una alternativa atractiva: cambiar el foco de atención puede interrumpir la conducta negativa.


  • Fomentar la empatía: ayude al niño a notar cómo su comportamiento afecta a otros (por ejemplo: “Tu amigo se puso triste cuando lo empujaste”).


Refuerzo positivo


Guiar el comportamiento desde lo positivo es la estrategia más efectiva a largo plazo.


  • Refuerce las buenas conductas antes de que surjan las malas. Por ejemplo: “Qué bien estás compartiendo tus juguetes”.


  • Sea específico en los elogios: esto ayuda al niño a identificar qué hizo bien.


  • Use sistemas como tablas de recompensas (con pegatinas o dibujos) para motivar ciertos comportamientos. Recuerde que deben ser temporales y siempre combinadas con otros enfoques positivos.


  • Sea modelo de comportamiento: los niños aprenden observando. Si desea que su hijo hable con calma, procure mantener usted un tono sereno incluso en momentos de estrés.


Consecuencias para conductas inapropiadas


Cuando el niño rompe las reglas, debe saber que está haciendo algo incorrecto. Si es apropiado, se le puede ofrecer una oportunidad para corregir su conducta.


Si continúa con el mal comportamiento, aplique una consecuencia lógica, inmediata y adecuada a su edad. Ejemplo: “Si no dejas de quitarle los juguetes a tu amiga, no podrás jugar más con los coches hoy”.


Tiempo fuera (time-out)


Es una técnica útil para conductas más graves (como agresión o romper objetos). Se debe aplicar correctamente para que sea efectiva:


  • No debe usarse como castigo doloroso ni prolongado.


  • Sirve para sacar al niño de la situación conflictiva por unos minutos, dándole oportunidad de calmarse.


  • La duración debe ser máximo un minuto por cada año de edad.


  • No es necesario que el niño esté totalmente tranquilo para terminar el tiempo fuera.


  • Si el comportamiento negativo continúa, puede repetirse la medida por otro breve período.


Retiro de privilegios


Otra opción es quitarle al niño un privilegio de forma inmediata. Ejemplo: “Si sigues empujando, no usarás la tablet esta tarde”.


La coherencia es esencial: los niños necesitan claridad y constancia para aprender las consecuencias de sus actos.


Por qué evitar el castigo negativo


Disciplina física


Incluye golpes, palmadas, pellizcos o cualquier acción que provoque dolor físico. Estudios han demostrado que este tipo de castigo puede tener consecuencias a largo plazo como:


  • Aumento de conductas agresivas


  • Dificultades en el desarrollo emocional


  • Problemas de autoestima


  • Trastornos de salud mental (ansiedad, depresión)


  • Deterioro en la relación entre padre/madre e hijo


La disciplina física no enseña conductas deseables, solo puede detener momentáneamente una conducta no deseada.


Gritos y humillación


Aunque gritar puede parecer una reacción comprensible ante la frustración, no mejora el comportamiento del niño. Al contrario, puede:


  • Causar ansiedad y confusión


  • Reforzar conductas agresivas


  • Afectar la autoestima del niño


Evite también ridiculizar, avergonzar o humillar al niño por su comportamiento. Estos métodos pueden tener efectos duraderos en su salud mental.


Aislamiento como castigo


Aislar al niño por períodos largos o sin apoyo emocional puede resultar muy dañino. Si bien alejarlo brevemente del conflicto puede ser útil, nunca debe percibirse como rechazo.


¿Cuándo consultar al médico?


Las conductas desafiantes muy frecuentes, graves o persistentes podrían indicar:


  • Un trastorno del desarrollo (como TDAH o TEA)


  • Dificultades emocionales


  • Un entorno familiar o escolar estresante


Si las conductas afectan la vida familiar o social del niño, o dificultan su aprendizaje y adaptación, consulte con su médico de cabecera, quien podrá derivarlo a un especialista en comportamiento infantil si es necesario.


Puntos clave para recordar


  • Es normal que los niños pequeños tengan berrinches mientras desarrollan sus habilidades sociales y emocionales.


  • Ignorar, redirigir la atención y fomentar la empatía son herramientas efectivas.


  • El refuerzo positivo es la mejor manera de guiar el comportamiento.


  • Establecer reglas claras y aplicar consecuencias adecuadas es fundamental.


  • El castigo físico, los gritos o el aislamiento prolongado pueden ser perjudiciales para el desarrollo del niño.


Para más información


Preguntas frecuentes


¿Qué efecto tiene el exceso de pantallas en mi hija?


El uso excesivo de pantallas en niños pequeños puede afectar el desarrollo del lenguaje, la atención y la interacción social. También se ha vinculado con problemas de sueño, lo que puede agravar las conductas desafiantes. La Academia Americana de Pediatría recomienda:


  • Menores de 18 meses: evitar el uso de pantallas (excepto videollamadas).


  • 18 a 24 meses: solo contenido de calidad y acompañado por un adulto.


  • 2 a 5 años: máximo una hora diaria, siempre con supervisión.


¿Cómo aplicar el “tiempo fuera” de forma adecuada?


El objetivo no es castigar, sino ayudar al niño a calmarse. Debe ser breve (máximo un minuto por año de edad) y aplicarse justo después de la conducta no deseada. El aislamiento prolongado puede ser contraproducente y generar más angustia.


¿Cómo saber si la conducta de mi hija está relacionada con TDAH?


Todos los niños pequeños tienen una capacidad limitada de atención. Sin embargo, si su hija presenta síntomas persistentes durante más de seis meses, como impulsividad, falta de concentración y actividad excesiva, puede ser útil consultar con el pediatra para una evaluación más detallada.


 
 
 

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