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Cáncer Cervical y VPH


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo Cáncer Cervical y VPH



  • Tratamiento en atención primaria:


    • Si se sospecha de cáncer cervical, se debe realizar una derivación urgente a ginecología oncológica por el “circuito rápido de cáncer” para confirmar el diagnóstico, estadificación e iniciar tratamiento, que puede incluir cirugía, radioterapia y/o quimioterapia.

    • El manejo de una mujer con diagnóstico confirmado incluye:

      • Asesorar sobre fuentes de apoyo y recursos de información para la paciente y su familia.

      • Considerar la prueba de VIH, ya que las mujeres con VIH tienen mayor riesgo de progresión del cáncer cervical debido a la inmunosupresión.

      • Aconsejar dejar de fumar, ya que el tabaco está relacionado con la progresión de las lesiones cervicales.

      • Vigilar los efectos adversos de los tratamientos oncológicos y tratar complicaciones como la disfunción sexual, menopausia temprana, infertilidad y alteraciones urinarias o digestivas.

      • Evaluar la recurrencia del cáncer en controles periódicos y manejar los síntomas de enfermedad avanzada, como dolor pélvico, sangrado vaginal, pérdida de peso inexplicada o fatiga extrema.


  • Prevención:


    • Promover la participación en el programa nacional de cribado cervical, que se realiza en mujeres entre 25 y 64 años. Este cribado mediante citología (Prueba de Papanicolau) permite la detección precoz de lesiones precancerosas.

    • Fomentar la vacunación contra el VPH en niñas de 12-13 años. La vacuna protege contra los subtipos de VPH de alto riesgo, como el 16 y el 18, responsables de la mayoría de los casos de cáncer cervical.

    • Aconsejar sobre el uso de preservativos para reducir el riesgo de transmisión de VPH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), aunque no eliminan completamente el riesgo.

    • Explicar que la limitación del número de parejas sexuales y la práctica de relaciones sexuales seguras disminuye la probabilidad de exposición al VPH.


Diagnóstico


  • Sospecha de cáncer cervical:El cáncer cervical en sus etapas iniciales suele ser asintomático, y muchos casos se detectan mediante el programa de cribado cervical. Sin embargo, el diagnóstico debe sospecharse en mujeres que presentan los siguientes signos o síntomas:

    • Sangrado vaginal anormal, como sangrado intermenstrual, poscoital o posmenopáusico.

    • Secreción vaginal persistente, que puede ser sanguinolenta y no estar asociada a infecciones u otras causas.

    • Dolor pélvico y dispareunia (dolor durante el coito).

    • Apariencia anormal del cuello uterino en la exploración, como una úlcera visible, neoplasias, inflamación o sangrado de contacto.

    • Síntomas asociados a la enfermedad avanzada, como pérdida de peso, dolor lumbar o pélvico y fatiga extrema (en casos raros de presentación avanzada).


  • Evaluación clínica:


    • Preguntar sobre antecedentes médicos, como citologías cervicales previas, posibles factores de riesgo como infecciones de transmisión sexual o antecedentes familiares de cáncer, y el estado de tabaquismo.

    • Realizar un examen abdominal, especular y bimanual para evaluar el estado del cuello uterino y los ganglios linfáticos inguinales.

    • No realizar citologías no programadas si se sospecha de cáncer cervical; en lugar de ello, organizar una derivación urgente a colposcopia y evaluación oncológica.


Diagnóstico Diferencial


El diagnóstico diferencial del cáncer cervical incluye condiciones con síntomas similares:


  • Infecciones de transmisión sexual (ITS): Como la cervicitis o la enfermedad inflamatoria pélvica, que son comúnmente causadas por Chlamydia trachomatis o Neisseria gonorrhoeae.

  • Cáncer endometrial: Puede manifestarse con sangrado posmenopáusico anormal.

  • Endometriosis: Puede presentar dolor pélvico, dismenorrea (dolor durante la menstruación) y sangrado vaginal anormal.

  • Ectropión cervical o pólipos cervicales: Estas afecciones benignas pueden causar sangrado poscoital.

  • Anticonceptivos hormonales: El uso de anticonceptivos hormonales, especialmente en los primeros meses, puede causar sangrado vaginal irregular.


Definición


El cáncer cervical es un tipo de neoplasia que se origina en las células del cuello uterino, el cual se encuentra en la parte inferior del útero y se proyecta hacia la vagina. Este cáncer ocurre principalmente en la zona de transformación del cuello uterino, donde el epitelio escamoso de la ectocérvix se encuentra con el epitelio columnar de la endocérvix. Existen dos tipos principales de cáncer cervical:


  • Carcinoma de células escamosas: Representa aproximadamente el 70-80% de los casos de cáncer cervical. Surge del epitelio escamoso de la ectocérvix.

  • Adenocarcinoma: Representa alrededor del 20-25% de los casos. Se origina en las células glandulares del epitelio columnar de la endocérvix.


La causa principal del cáncer cervical es la infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH). Este virus se transmite principalmente por contacto sexual y está presente en el 99% de los casos de cáncer cervical. Los subtipos de alto riesgo, como el VPH 16 y 18, son responsables de al menos dos tercios de los casos. La progresión de una infección por VPH a cáncer puede tardar entre 10 y 15 años, y solo un 10% de las infecciones por VPH se vuelven persistentes y pueden evolucionar a lesiones precancerosas o cáncer invasivo.

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